Cumplir con lo contemplado en los planes de desarrollo de Cúcuta y sus municipios del área metropolitana, sería fundamental para mejorar el índice de competitividad actual, que, de acuerdo con el informe presentado por el Consejo Privado de Competitividad junto a la Universidad del Rosario, la ciudad ocupa el puesto 16 entre las 32 estudiadas.
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Factores como la pandemia habrían retrasado las acciones que se tenían planificadas y esto generó indicadores negativos en algunos sectores. Sin embargo, Cúcuta, previo a la pandemia, también se ubicaba en la mitad de la tabla de la medición.
Los resultados actuales muestran que la ciudad no reúne las mejores condiciones que permitan que sus empresas y sus ciudadanos tengan una posición destacada frente a otros y que alcancen un rendimiento igual o superior a otras ciudades.
Sin embargo, de acuerdo con Mario Zambrano, economista y director del programa Cúcuta Cómo Vamos, no hay que ver los resultados desde el negativismo, primero porque la ciudad siempre ha estado por la misma senda, con un proceso lento de crecimiento, y segundo porque Cúcuta, al igual que el resto del país, ha tenido que centrar sus prioridades en la atención de la pandemia.
Esto, según el experto, sin restar responsabilidad a los entes estatales, quienes si tuvieran mejores políticas públicas tendrían mejores resultados a pesar de la coyuntura.
¿En qué mejorar?
Teniendo en cuenta el informe, Cúcuta tiene aspectos en lo que tiene que trabajar como lo relacionado con la actualización catastral, la organización de los temas de contratación y la seguridad, al registrar una tasa de homicidios alta; esto, en lo relacionado con el pilar de las instituciones.
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Además, tuvo una marcación negativa al 100% en la adopción de escenarios culturales.
En adopción TIC, la ciudad pasa “raspando” el indicador, sin embargo, el marcador de número de computadores por hogares es negativo y ubica la ciudad en el puesto 23 de 32.
La sostenibilidad ambiental fue un pilar crítico para Cúcuta. Según el informe, hay deficiencias en activos naturales y área de bosque deforestado, en esta última se ocupa la casilla 30.
En salud, donde Cúcuta tuvo dos calificaciones excelentes, gracias la efectividad en los esquemas de vacunación infantil, también se evidenció que, aunque la pandemia hizo que más recursos fueran hacia este sector, la capacidad en salud en la región aún es deficiente, al igual que el servicio de médicos generales, médicos especializados y camas de servicios especializados.
En cuanto a la educación, en la básica y media, se siguen presentado dificultades considerables en lo relacionado con la cobertura donde los indicadores de deserción son altos.
El mercado laboral es otro de los dolores de cabeza de la ciudad y de acuerdo con los indicadores, la pandemia agudizó el problema. Cúcuta es la capital con más desempleo y más informalidad del país. Además, se tiene una alta tasa de deficiencia en la inclusión de las personas al sistema financiero, indicador que se relaciona con la informalidad de la ciudad.
Tampoco contribuye la falta de innovación y la poca investigación de calidad que hay en la cuidad.
“Estamos viendo los resultados que tuvo el impacto de la pandemia, y encontramos una reducción en casi la mitad de los pilares, ser capaces de cuantificar y observar en qué áreas están perdiendo terreno y reconocer en qué áreas las ciudades están siendo exitosas, incluso, en algunas situaciones, el hecho de no retroceder en medio de esta coyuntura es fundamental para avanzar como país”, dijo Ana Fernanda Maiguashca, presidente del Consejo Privado de Competitividad.
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Para el economista Mario Zambrano, la mejor manera de iniciar a mejorar esto índices es cumplir con lo planteado en los planes de desarrollo municipales.
“Ahí están planteadas las deficiencias del municipio y las acciones a cumplir, pero si no se cumplen es muy difícil que se pueda mejorar como ciudad. Además, se evidencia un problema de organización entre secretarías que se debe trabajar también. No se puede olvidar el implementar las políticas públicas que contribuyen al mejoramiento de tenas puntuales como el empleo, esto sin duda mejoraría la competitividad”, sostuvo Zambrano.
Los planes por hacer
De acuerdo con el Plan de Desarrollo de Cúcuta se plantea mejorar la competitividad, promover la creación de valor agregado, fortalecer la asociatividad y el tejido empresarial a partir de un mayor acceso a financiamiento, fomentar el emprendimiento a partir de la estructuración de proyectos comunales y el apoyo a la red de emprendimiento, así como la estructuración y puesta en marcha de proyectos productivos para población vulnerable.
En materia de empleo e innovación, buscan fortalecer la articulación con los centros de formación para el trabajo, los centros de emprendimiento e innovación y promover centros de investigación por sectores productivos en el triángulo Universidad, Empresa, Estado.
También plantean la construcción de una data que permita hacerle un seguimiento continuo de la dinámica económica y la elaboración de una política pública de generación de empleo y competitividad empresarial.
Sin embargo, no todas las acciones se han podido desarrollar debido a la pandemia, otras están en desarrollo y otras más se desarrollarán en el tiempo que le queda a la administración municipal.
De acuerdo con el secretario de Desarrollo Social de la alcaldía de Cúcuta, Sergio Maldonado, las intervenciones que hace la administración están diseñadas para generar impacto de múltiple propósito y de mediano y largo plazo, y eso significa cambiar paradigmas y estructuras de producción y comercialización de la ciudad.
“Hemos venido trabajando en el desarrollo de actividades que les permitan tener habilidades a nuestros sectores productivos, como el mejoramiento de los canales de comercialización y la formación de capital humano con el propósito de tener mano de obra calificada, para mejorar no solo en producción, si no lograr tener productos de muy alta calidad y competitivos en precio y valor agregado”, dijo Maldonado.
Y agregó que con ese fin se han desarrollo de diferentes acciones que desde las secretarías económicas junto con la del Banco del Progres vienen promoviendo escenarios de ferias que permitan llegar a nuevos mercados
“Los índices de competitividad están también sumados a la integralidad de factores como el turismo, la salud y otros sectores y es de ahí de donde surge la mesa de indicadores que permite hacer seguimiento y que junto con la Gobernación y la Cámara de Comercio están en constante seguimiento, con el propósito de definir acciones que permitan tomar decisiones acordes a las necesidades de la región”, puntualizó Maldonado.
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