En agosto pasado, a través de la Resolución N°01668 del 18 de agosto de 2023 de la Aeronáutica Civil, se determinó la implementación de 141 rutas sociales en todo el país del Servicio Aéreo a Territorios Nacionales (Satena), entre las que se mencionaron tres para el aeropuerto Aguas Claras de Ocaña con Cúcuta (Camilo Daza), Bucaramanga (Palonegro) y Bogotá (El Dorado).
¿Qué ha pasado desde hace ocho meses? La semana pasada se llevó a cabo una reunión en Bogotá, entre el presidente de la aerolínea, general Oscar Zuluaga, con una delegación liderada por el secretario de Turismo de Norte de Santander, César Ricardo Rojas; en compañía del alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, y de representantes de las Cámaras de Comercio de ese municipio y de Cúcuta, entre otros funcionarios.
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Rojas señaló a La Opinión que la reactivación de las rutas depende de la compra de aeronaves por parte de Satena, las cuales ya están siendo adquiridas, que son de 19 y 40 pasajeros.
“Ellos -la empresa- hablan de tener operaciones a finales de 2024 o principios de 2025. Pero, por la solicitud que hizo directamente el gobernador William Villamizar de arrancar pronto con la conectividad, para fortalecer el desarrollo productivo, económico y el turismo, Satena nos dio la respuesta de que tendremos la primera ruta a finales de junio”, indicó.
El funcionario explicó que serán dos vuelos chárter por semana, para 19 viajeros en cada trayecto, a partir del 30 del próximo mes, en la ruta Cúcuta-Ocaña-Cúcuta. Las otras dos conexiones solicitadas, que esperan se den en un corto o mediano plazo, son Cúcuta-Ocaña-Bucaramanga y Ocaña-Bucaramanga-Medellín.
“Hicimos énfasis que la tarifa del vuelo sea competitiva, económica, para que cualquier persona se pueda desplazar. Estamos esperando el tarifario”, indicó el secretario de Turismo, quien añadió que la “buena noticia” llega en un momento clave en el que la conectividad terrestre hacia esa zona del departamento pasa por dificultades desde hace un año.
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Cuatro puntos a favor
Para el alcalde Emiro Cañizares, hay cuatro factores que sostienen la necesidad de reabrir el puerto aéreo, una de ellas es que este cumple las especificaciones técnicas, con una pista de más de 1.200 metros, hangar, zonas de parqueo, torre de control, entre otras.
“Otro factor es que Ocaña es un punto de convergencia de los municipios del Catatumbo y su relación con el César hacen que tenga una dinámica comercial muy relevante. Además, aquí existen instituciones muy importantes y cooperación internacional, con necesidad de transportar a muchos de sus funcionarios”, añadió.
El mandatario destacó que un tercer factor es que se cumple un año del deslave en la vía Cúcuta-Ocaña, a la altura de El Tarrita (Ábrego), y no se ha resuelto de manera definitiva el problema de movilidad, pues, no ha habido soluciones estructurales.
Según Cañizares, en cuarto lugar “hay un elemento muy importante”, y es que, en el Plan Nacional de Desarrollo, está previsto conectar los territorios a través de las rutas sociales de Satena, que no le va a competir a otras aerolíneas comerciales.
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“Una de las maneras de lograr que el Gobierno tenga mayor presencia en el territorio es teniendo un servicio aéreo de manera constante… Empezamos a hacer promoción para que haya garantía, de pasajeros suficientes. Creo que las condiciones están dadas, porque en Ocaña hacemos uso del aeropuerto de Aguachica (Cesar); el 70% de las personas que se mueven por allí son de esta zona”, aseguró.
El director del Clúser del Turismo de la Cámara de Comercio, Pablo Clavijo, sostuvo que Ocaña y los municipios cercanos, como La Playa de Belén, tienen un potencial que se debe aprovechar, por lo que la conectividad aérea permite que el empresario del sector visualice cómo complementar su oferta para el visitante.
En el encuentro, se exploró una ruta posible, sujeta a análisis, que sería Medellín-Barrancabermeja-Ocaña-Cúcuta y la Cámara de Comercio planteó un vuelo entre Cúcuta y Valencia (Venezuela).
El dato
El aeropuerto Aguas Claras, inaugurado en 1970, tuvo vuelos comerciales diarios a Cúcuta, Bucaramanga, Barrancabermeja, Bogotá y Medellín.
Estos fueron operados, en la década de los años 80, por la extinta empresa ACES (Aerolíneas Centrales de Colombia), que hizo de este puerto aéreo un importante escenario para su trabajo, pero quebró y cerró sus rutas. Su liquidación se dio en 2003, tras fusionarse con Avianca
Satena reactivó el tráfico aéreo en ese lugar seis años después, en 2009, durante un tiempo, con un vuelo diario y sin escala hacia Cúcuta.
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