La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los mayores desafíos para la educación superior. Sin embargo, no solo plantea dificultades, sino que también ofrece oportunidades para mejorar el aprendizaje, especialmente en la personalización educativa a gran escala.
Así lo manifestó Guillem Garcia Brustenga, experto en transformación digital de la educación, gestión de la innovación docente y análisis de tendencias en el eLearning Innovation Center de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
"La IA parecía un tsunami peligroso en sus inicios, pero ahora vemos que puede ayudarnos a solucionar problemas estructurales, como la personalización del aprendizaje, algo que antes parecía imposible", explicó Garcia a La Opinión durante el IFE Conference 2025.
Sin embargo, señaló que el sector educativo avanza más lento que el mercado laboral en la adopción de estas tecnologías.
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"Las empresas han incorporado la IA rápidamente para mejorar la productividad, mientras que la educación ha estado observando qué sucede. Ahora, después de más de dos años, comenzamos a tener un panorama más claro", agregó.
Para acortar esta brecha, Garcia considera fundamental capacitar a docentes y personal universitario en nuevas herramientas digitales.
Los actores del cambio
La transformación digital en la educación no depende de un solo actor. Según el experto, es un proceso multifactorial en el que intervienen gobiernos, universidades y empresas.
"Los gobiernos deben establecer marcos regulatorios, las empresas adoptan tecnologías con rapidez y las universidades deben mantenerse al tanto de estos cambios porque están formando a los futuros profesionales", afirmó a La Opinión.
Desde su experiencia en la WOC y el Learning Innovation Center, Garcia identificó seis tendencias clave para 2025 en la educación superior: pedagogías activas, personalización del aprendizaje, educación en desarrollo sostenible, materiales didácticos potenciados por IA, capacitación en IA para docentes y estudiantes, y el aprendizaje a lo largo de la vida.
"El aprendizaje permanente requiere que las universidades ofrezcan microcredenciales, portafolios y herramientas que ayuden a los estudiantes a conocer mejor el mercado laboral", explicó.
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Resistencia al cambio y el rol del docente
A pesar de los avances de la tecnología, también persiste una resistencia al cambio dentro de las instituciones educativas, especialmente entre los docentes.
"El temor no es perder el empleo, porque la IA es solo una herramienta. El problema es que cambiar la forma de enseñar no es fácil. Hace años, cuando surgió internet, los profesores pasaron de transmitir información a guiar a los estudiantes en el acceso al conocimiento. Ahora deberán evolucionar otra vez", dijo Garcia.
La flexibilidad en los modelos educativos también será clave. "El auge de la tecnología y la innovación universitaria no significa que todos los programas deban acortarse. Lo importante es ofrecer una oferta variada para que las personas puedan formarse a lo largo de su vida con cursos de diferente duración".
Para Garcia, la transformación digital en la educación superior no es una opción, sino una necesidad. La clave estará en la adaptación de docentes, estudiantes y políticas institucionales para integrar la IA de manera efectiva y potenciar la enseñanza en el futuro.
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