En el contexto de la globalización, las Normas Internacionales de Auditoría (NIAs) han adquirido una gran importancia en el ámbito empresarial colombiano. La adopción de estas normas, que buscan estandarizar y mejorar los procesos de auditoría, representa un avance significativo hacia la alineación con los estándares internacionales.
Las NIAs son emitidas por el Consejo de Normas Internacionales de Auditoría y Aseguramiento (IAASB, por sus siglas en inglés) y establecen directrices claras para llevar a cabo auditorías de alta calidad. Aunque estas fueron inicialmente diseñadas para grandes empresas con estructuras complejas, los reguladores internacionales de la profesión reconocieron la importancia de atender a un mercado significativo de Entidades Menos Complejas (EMC).
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Por lo tanto, emitieron nuevas NIAs adaptadas para estas entidades, con el fin de mejorar la estandarización y la calidad de sus auditorías. Sin embargo, la adopción de estas normas en Colombia presenta varios desafíos.
Desafíos de las Normas Internacionales de Auditoría en las Entidades Menos Complejas en Colombia
1. Adopción y adaptación local
Uno de los desafíos es la armonización con el marco regulatorio colombiano, en cumplimiento de la normativa vigente, como la Ley 1314 de 2009, que establece la convergencia hacia estándares internacionales.
La adopción de las NIAs para Entidades Menos Complejas (EMC) implicaría su coexistencia con las NIAs plenas, lo que plantea el reto de decidir cuándo aplicar las NIAs para EMC y cuándo las plenas, según el tamaño, naturaleza y complejidad de la entidad auditada.
2. Capacitación de los auditores
Aunque las NIAs para Entidades Menos Complejas es un estándar simplificado, su implementación exigirá formación específica para los auditores colombianos. Será necesario que comprendan el nuevo enfoque y su aplicación práctica.
Los auditores independientes y las pequeñas firmas de contadores tendrán que invertir en capacitación y actualización profesional, lo que podría representar un desafío tanto económico como logístico.
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3. Percepción de la calidad de la auditoría
Existe el riesgo de que los usuarios de la información financiera, como bancos, inversionistas y entes de control, perciban las NIAs para Entidades Menos Complejas como un estándar de menor rigor o calidad. Esto podría generar desconfianza en los informes de auditoría elaborados bajo esta norma. Por lo tanto, será necesario realizar un esfuerzo significativo para comunicar y educar a las partes interesadas sobre la equivalencia y calidad de los trabajos realizados conforme a las NIAs para EMC.
4. Resistencia al cambio
La implementación de un nuevo estándar suele encontrar resistencia, especialmente entre los profesionales que están acostumbrados a trabajar con las NIAs plenas. Por ejemplo, las pequeñas firmas de auditoría o los auditores independientes pueden optar por mantener sus prácticas tradicionales debido a la falta de tiempo o recursos necesarios para adaptarse a las NIAs para Entidades Menos Complejas.
5. Aplicación consistente
Aunque las NIAs para Entidades Menos Complejas simplifican los procesos, su correcta aplicación exige un enfoque estructurado. Sin guías adicionales o programas de formación, existe el riesgo de que los auditores apliquen estas normas de manera inconsistente, lo que podría afectar la comparabilidad y calidad de los informes de auditoría. Entonces, el desafío será asegurar una implementación homogénea del estándar a nivel nacional.
6. Acceso a herramientas y metodologías adaptadas
Muchos auditores utilizan software y metodologías basadas en las NIAs plenas, por lo que uno de los desafíos será desarrollar o adaptar herramientas tecnológicas que faciliten la aplicación de las NIAs para Entidades Menos Complejas. La ausencia de herramientas accesibles podría limitar los beneficios de simplificación que este estándar ofrece.
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7. Expectativas de los organismos de supervisión
Entidades como la Superintendencia de Sociedades o la DIAN podrían exigir controles o procedimientos adicionales, incluso para auditorías de Entidades Menos Complejas. Esto podría generar tensiones entre el enfoque simplificado del estándar y las expectativas regulatorias. Por esta razón, será crucial definir claramente el alcance de las NIAs para EMC y determinar si cumplen con las necesidades de supervisión y control en el país.
8. Capacidad de auditoría en zonas rurales
En regiones alejadas de los grandes centros económicos, donde predominan las Entidades Menos Complejas, persisten desafíos como la escasez de auditores capacitados y los recursos limitados para adoptar nuevos estándares. La implementación efectiva de las NIAs para EMC dependerá de una adecuada difusión y del apoyo brindado a estas áreas.
En conclusión, aunque las NIAs para Entidades Menos Complejas simplifican la auditoría para estas entidades, su adopción en Colombia enfrentará diversos desafíos, como la necesidad de capacitación, la percepción de calidad, la adaptación regulatoria y el acceso a herramientas adecuadas.
Superar estos retos requerirá la colaboración entre los organismos normalizadores, los reguladores, las asociaciones de profesionales de la auditoría y las entidades académicas. Este esfuerzo conjunto garantizará una implementación efectiva y homogénea, promoviendo un entorno empresarial más transparente y competitivo.
Autor: Jorge Eliécer Moreno Urrea, socio líder de Aseguramiento, PwC Colombia
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