La comediante sardinatense Liss Pereira, conocida por su aguda crítica social y su capacidad de transformar las situaciones cotidianas en hilarantes reflexiones, abrió, recientemente, una ventana a su vida privada, revelando los profundos desafíos de salud mental que ha enfrentado.
Pereira, quien continúa siendo una figura clave en la escena del stand-up comedy en Colombia y otros países, compartió en una emotiva entrevista en el pódcast ‘Sinceramente con Cris’, presentado por Cristina Estupiñán, cómo su apretada agenda profesional y sus responsabilidades como madre la llevaron a experimentar un severo episodio de ansiedad, desencadenando incluso convulsiones.
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Liseth Johanna Pereira Ordóñez, nombre completo de la humorista, quien es madre de Ignacio Quevedo Pereira y esposa del también comediante Ricardo Quevedo, explicó que la combinación de su carrera y las exigencias de la maternidad la llevaron al límite.
A sus 38 años, descubrió que padece neurodivergencia, una condición que afecta la forma en que su cerebro procesa la información. Esta neurodivergencia incluye trastorno del déficit de atención (TDA) y dismorfia corporal, dos factores que, combinados con su ya crónica migraña, crearon un cóctel explosivo de ansiedad que le causó serios problemas de salud.
“Yo después de MasterChef estuve pasando por una ansiedad, pero crítica”, confesó la nortesantandereana, quien participó en la edición 2021 del programa culinario. “Estuve convulsionando. Un día tuve 25 convulsiones de la ansiedad tan berraca”, recordó la comediante, refiriéndose a la gravedad del episodio.
La participación en el popular reality de cocina fue un punto de inflexión en su vida, sumándose a las presiones ya existentes por la pandemia y su creciente exposición pública.
“Estuve muy enferma, entonces hice un parón, hice una parada importante en mi vida, le bajé un montón al trabajo, otra vez porque cuando tuve a mi hijo también le bajé un montón al trabajo, y decidí centrarme en mi salud y desde ahí, gracias a Dios”, agregó.
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Aunque acostumbrada a las cámaras, la humorista admitió que la pérdida de privacidad y el nivel de atención que recibió tras el programa fueron factores que agravaron su ansiedad. “Yo fui de radio toda mi vida, entonces pasar de hacerme conocida por mi trabajo y lo que soy capaz de hacer, a serlo por un escándalo, fue difícil”, relató.
La sobreexposición mediática, junto con la presión del formato del programa y los conflictos personales que surgieron durante la grabación, particularmente con la actriz Carla Giraldo, también fueron detonantes importantes.
Las tensiones entre ambas se hicieron evidentes para la audiencia y contribuyeron a su estado de agotamiento mental. Ante este panorama, la comediante tomó la decisión de hacer una pausa en su carrera.
“Decidí centrarme en mi salud”, afirmó, subrayando la importancia de priorizar su bienestar por encima de su vida profesional. Este alto en el camino le permitió reenfocar su vida y comenzar un proceso de recuperación.
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“Estoy feliz en mi vida, estoy contenta y agradecida”, aseguró la también actriz, quien ha logrado retomar su rutina con un enfoque renovado hacia el autocuidado.
A través de sus redes sociales, la sardinatense sigue compartiendo su característico humor, pero también ha dejado ver destellos de su proceso personal de sanación, inspirando a otros a hablar abiertamente sobre la salud mental.
Liss Pereira continúa su gira de stand-up, pero ahora con una perspectiva diferente, aprendiendo a equilibrar su carrera y su vida personal, y usando su plataforma no solo para hacer reír, sino también para dar visibilidad a temas importantes como la ansiedad y los trastornos de salud mental.
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