El rastro de sangre de Johan Steven Reyes Ramírez dejó las evidencias del ataque a balazos con sevicia que sufrió a las 11:00 de la noche del miércoles, en la calle 15 con avenida 7, en límites entre los barrios San Luis y Santa Teresita.
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Cuatro pistoleros, entre estos, una mujer, llegaron en dos motocicletas Suzuki GN y Yamaha AX 100, hasta el lugar donde estaba la víctima junto con otros hombres y empezaron a dispararles de manera indiscriminada.
Johan Reyes recibió 15 impactos en la cara, el pecho, brazos y piernas. Aunque fue trasladado a la Unidad Básica de La Libertad, finalmente murió.
Algunos vecinos del sector aseguraron que el ‘Diablo’ se dedicaba a reciclar y que una de sus pasiones era alentar al Cúcuta Deportivo, por eso hacía parte de la barra del Indio.
“Él se crio acá en el barrio. Uno siempre lo veía por acá. Cuando escuchamos los disparos y salimos a mirar, vimos que el papá de él lo estaba abrazando”, recordaron algunos habitantes de la zona.
También se conoció que, al parecer, Reyes Ramírez, de 24 años, era consumidor de drogas, por lo que las autoridades no descartan que el crimen sea producto de retaliaciones por microtráfico.
Una fuente judicial aseguró que, al parecer, otro de los objetivos en el ataque contra Johan Steven era un hombre conocido como ‘Pocholo’, que alcanzó a escapar de los pistoleros.
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“Ahí se reúnen varios muchachos a consumir drogas. No se descarta que de pronto no hayan pagado unas dosis al que los provee y eso generó la orden de atacarlos”, dijo la fuente.
Ayer, uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta patrullaban la escena del crimen, en busca de alguna pista que pudiera ayudar a identificar a los homicidas.
Las pesquisas y el levantamiento del cadáver estuvieron a cargo de miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) que analizaron la zona donde ocurrió el crimen.
Los residentes de este sector temen que se incrementen estos ataques violentos, por la certeza de que allí existe un expendio de drogas.
“Acá un grupo es el que tiene el control de la venta de drogas, no creo que alguien esté intentando entrar a esta zona, pero de todas formas, esto se vuelve preocupante”, dijo un habitante de este sector de San Luis, que colinda con La Laguna.
Históricamente, San Luis ha sido golpeado por el tráfico de drogas, por lo que es constante tener la presencia de habitantes de calle, especialmente por el sector conocido como La Laguna.
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