Dos impactos de bala fueron suficientes para acabar con la vida de Jhon Jairo Valero Osorio, de 53 años, en un inmueble ubicado en el barrio San Gerardo, en inmediaciones de la Penitenciaría de Cúcuta.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: https://bit.ly/_Suscríbete_Aquí
El asesinato ocurrió sobre las 5:00 de la madrugada de ayer, cuando los habitantes del sector y el hijo de la víctima oyeron algunos disparos, sin percatarse de que en ese momento habían asesinado a Valero, un vigilante reconocido en este lugar.
El hijo de la víctima se percató de que su papá estaba tendido sin vida en la entrada del lugar, al menos media hora después, cuando salió de la residencia para verificar lo que había sucedido.
“En este lugar ya se han dado otros homicidios, por lo que hay que verificar qué fue lo que desencadenó este hecho”, dijo una fuente judicial cercana a las pesquisas.
En este sector, que colinda con la frontera con Venezuela, delinquen el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y otras bandas delincuenciales que concentran su fortín en los asentamientos humanos que están ubicados alrededor de la vía que conduce a San Faustino.
Sin embargo, se desconocían de problemas o amenazas en contra de Jhon Valero, por lo que las autoridades deberán adelantar las pesquisas para esclarecer los móviles de este homicidio.
Los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaron la inspección y el levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.
En medio de las pesquisas, fueron recolectadas tres vainillas calibre 9 milímetros.