Tristeza e indignación tienen varios amigos de Lissett Petit Echeverri, quien fue asesinada en la madrugada de ayer, cuando trabajaba en su estanco, ubicado en el barrio El Carmen, a pocos metros del parque principal de Tibú.

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La mujer, de 37 años, y que también tenía un negocio de venta de repuestos para motos, era querida por parte de la comunidad de ese municipio de Norte de Santander, donde rechazaron el hecho y pidieron inmediata justicia.

Ayer en la mañana, el cuerpo de la mujer fue llevado por las calles de su amada Tibú, antes de ser trasladado por los empleados de una funeraria hasta el Instituto de Medicina Legal en Cúcuta.

“Ella era integrante de una asociación de comerciantes de establecimientos nocturnos de Tibú, con los que luchó para que los escucharan y poder trabajar tranquilamente”, contó un amigo de la víctima.

¿Cómo se dieron los hechos?

Cuando el reloj marcaba la 1:30 de la madrugada, la comerciante atendía su estanco llamado Zona Petit, que queda en la calle 7 con carrera 6, donde había varias personas consumiendo bebidas y mantenían un ambiente de rumba.

Entre la música, las risas y alegría, un desconocido arribó hasta el establecimiento y comenzó a disparar, impactando a Petit Echeverri en un brazo, mientras que a otro hombre le asestó dos tiros.

A partir de ese momento todo se convirtió en desespero, mientras el pistolero huía del sitio con rumbo desconocido.

“Hasta el momento no tenemos información sobre el medio de transporte que usaba el asesino al llegar y huir, solo algunos testimonios de quienes se encontraban en el estanco cuando dispararon”, contó una fuente judicial.

El esposo de la mujer la trasladó hasta el Hospital San José de Tibú donde, según se conoció, ella falleció minutos después debido a la gravedad de su herida. La otra víctima se recupera de sus heridas en ese centro asistencial.

“Como ellos viven al lado del estanco, el señor salió y al ver a su esposa herida se desesperó y la llevó al centro asistencial. Fue terrible para él vivir esa escena tan lamentable”, indicó el amigo de la víctima, quien deja dos hijos.

Integrantes de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía de Norte de Santander arribaron hasta el hospital para el levantamiento.

Extraoficialmente se conoció que las autoridades no tienen claro para quién iba dirigido el ataque o si se trató de un robo, pues a la mujer le hurtaron su celular, por eso recopilan información que permitan esclarecer lo ocurrido.

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Hasta ahora, los uniformados no han obtenido videos de cámaras de seguridad o mayores testimonios sobre el hecho, pues en Tibú temen represalias por parte de los grupos armados que hacen presencia en ese municipio y evitan hablar con las autoridades.

El coronel John Robert Chavarro Romero, comandante de la Policía de Norte de Santander, lamentó el crimen y explicó que los investigadores que asumieron el caso buscan evidencias sobre lo ocurrido, pues todo es confuso y no se sabe qué desencadenó el hecho de sangre.

Rechazan el crimen

La  Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz, a través de un comunicado oficial, indicó que “nuevamente nos encontramos en la ardua labor de defender la vida de las mujeres catatumberas, vidas amenazadas cada día. Donde cada día despertamos con el miedo y la incertidumbre de qué pasará con nuestras vidas, pero con la convicción de que el silencio no es una opción”.

En el documento también se lee: “exigimos a las autoridades esclarecer este hecho con la intención de que su muerte no quede impune. De la misma forma, reclamamos el cumplimiento de la ley 1257 de 2008 para que se garantice la protección y la no repetición de estos actos que atentan, como también vulneran la vida de las mujeres pertenecientes a la comunidad del Catatumbo”.

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