Diez minutos después de que el docente Édgar Rodríguez Corredor fuera impactado con dos balazos, cuando estaba almorzando en su casa, en medio de un aparente intento de atraco, su corazón dejó de latir, lo que trajo consigo tristeza y resignación entre sus familiares y vecinos, que no pudieron ocultar el dolor.
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Aunque la víctima fue trasladada de inmediato a la clínica Medical Duarte, los impactos en el hombro y en el lado derecho del pecho, le quitaron la vida.
La noticia de su muerte llegó rápidamente a su vivienda, ubicada en la manzana F14, del barrio Torcoroma II, donde todo se rodeó de lágrimas, dolor y lamentos.
La compañera sentimental de Rodríguez, quien era conocido como ‘Higuita’, protagonizó escenas de dolor y tuvo que ser consolada por sus demás familiares que buscaron calmarla a medida de que avanzaban los minutos.
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Mientras tanto, los investigadores de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaron una rigurosa inspección en la vivienda, donde se registró el hecho.
¿Cómo fue?
Según se conoció, Rodríguez estaba almorzando junto con su familia, cuando se percató de que una pareja ingresó hasta la sala de la casa, y al darse cuenta de que el agresor le apuntó con un revólver, decidió lanzarle el plato y se abalanzó contra él, para forcejear y tratar de frustrar el robo, por lo que el pistolero le disparó.
“El presunto ladrón le dijo que no hiciera bulla, pero el señor de una vez reaccionó queriendo forcejear. Cuando le dispararon, los delincuentes trataron de salir de la vivienda y la víctima agarró un cuchillo y corrió detrás de ellos, pero en ese momento hubo otro forcejeo y le volvieron a disparar”, aseguró una fuente judicial.
Édgar Rodríguez cayó gravemente herido al piso, mientras que la pareja, al parecer, junto con un cómplice que los esperaba afuera, huyeron de la escena del hecho.
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De inmediato, los familiares del docente lo trasladaron al centro médico, donde finalmente murió.
La víctima, de 54 años, trabajaba en el colegio Técnico Guaimaral y tenía 30 de trayectoria como docente, por lo que estaba próximo a pensionarse. Dejó dos hijos.
Además, también era reconocido por ser propietario de un establecimiento de venta de carne a la llanera, en la quebrada La Honda, de Los Patios, en la vía que conduce a Pamplona.
“Él era una buena persona. Alegre, dedicado a su trabajo. Es muy doloroso que lo hayan matado así y todo por cuenta de la inseguridad que estamos viviendo”, dijo una familiar de ‘Higuita’.