'La Trifrontera', el sector que une los barrios San Gerardo, 6 de Reyes y Colinas del Tunal, ha sido por años un territorio bajo el control de grupos criminales.

A pesar de los constantes operativos de las autoridades, estos actores delictivos nunca desaparecen por completo: cuando uno cae, simplemente reemplazan a sus miembros y retoman el control de la zona.

Estructuras como el ‘Carro Rojo’, ‘La Línea’, las Autodefensas Unidas de Colombia y Venezuela (Aucv) y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), han consolidado su dominio allí, manejando el homicidio, la extorsión, el hurto y hasta el desplazamiento forzado de los habitantes.

Estos grupos no solo controlan el territorio, también asfixian a la comunidad, cobrando incluso por el agua potable y otros servicios básicos.

El poder de estas bandas va más allá de la violencia: imponen un control social y político que siembra el miedo en cada esquina.

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Estas personas, operando bajo un modelo similar al de las guerrillas, patrullan abiertamente los tres barrios, portando armas de fuego mientras imponen su ley a punta de amenazas e intimidación.

Cualquier residente que se atreva a desafiar sus órdenes o se niegue a pagar las cuotas impuestas enfrenta graves consecuencias.

La línea de tiempo

Entre 2017 y 2018, alias Colombia, Ramiro y El Gato lideraban el cobro de extorsiones, homicidios selectivos y otros delitos en la zona. No obstante, su poder se desmoronó rápidamente cuando asesinaron a José Daniel Fino Pineda, un líder del barrio Colinas del Tunal, lo que les costó el control.

Ese mismo 2018, con el terreno libre, alias la Mona asumió el liderazgo junto a su pareja el Cucho, su hijo Yoneiker y otros miembros como el Baby y Kevin. Esta estructura operó hasta finales de 2020, cuando la captura de Colombia puso en riesgo a la Mona, quien tuvo que desaparecer. Sin embargo, su pareja y su hijo continuaron manejando las rentas criminales.

En 2021, el Cucho y Yoneiker tomaron el control nuevamente, acompañados de el Gato, Burro con sueño, Kevin, Yorgen, el Baby y Carro Loco. Pero los operativos policiales frustraron sus planes, ya que varios líderes y miembros fueron capturados.

Con el liderazgo debilitado, el Baby asumió el mando del negocio, aunque no por mucho tiempo, ya que en diciembre de ese mismo año fue capturado por homicidio. Desde la cárcel, daba instrucciones a Yiyo, otro hijo de La Mona, para que continuara con el control del territorio. Sin embargo, la estructura fue perdiendo fuerza, devolviendo cierta tranquilidad al sector.

A finales de 2022, al percatarse de que el área era perfecta para el crimen, alias Cepillo envió a la Negra y a Fantasma para ejercer control. La creciente inseguridad y criminalidad encendieron las alarmas de las autoridades, que comenzaron a seguirles el rastro.

Luego de meses de investigación, la Policía Metropolitana de Cúcuta desarticuló la banda en 2023, capturando a muchos de sus miembros, mientras otros fueron asesinados o desaparecieron.

Para ese entonces, el Baby había salido de la cárcel por vencimiento de términos, pero al ver que otra estructura ya dominaba, no se atrevió a regresar. Sin embargo, tras la desarticulación de la banda, reapareció en agosto de 2023 para retomar el liderazgo, esta vez junto a el Búcaro, Burro con sueño, Kevin y otros antiguos miembros de las estructuras criminales de la zona.

En noviembre de ese mismo año, el Baby volvió a caer tras las rejas por homicidio, dejando a el Búcaro al mando de la organización.

Hoy, el grupo se autodenomina Tren de Aragua y continúa sembrando el temor en La Trifrontera.

Esta nueva estructura, conformada por alrededor de 30 personas, en su mayoría jóvenes de entre 18 y 26 años, ha sumado a sus filas a individuos como el Mago, la Yury, la Guajira, el Tío, el Chivero, la Algodonera, el Menor, Diego, Fantasma, Carro Loco, el Gato y Yurgen, entre otros.

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¿Desplazamiento urbano?

 “El domingo pasado llegaron a tres viviendas, saquearon todo lo que había y, cuando fuimos a reclamarles, nos enfrentamos a ellos. Devolvieron algunas cosas, pero les dijeron a los vecinos que debían abandonar sus casas”, narró un testigo.

Este tipo de desplazamiento selectivo ha sido una constante en los últimos años, pero en 2024 la situación ha empeorado.

Los miembros de la estructura criminal que controla el área han sobrepasado los límites, despojando a las personas de sus hogares para usarlos como guaridas temporales.

"Los sacan de sus casas, las desmantelan o las convierten en refugios. Se quedan una o dos noches y luego cambian de lugar, confundiendo a las autoridades, que ya conocen bien lo que ocurre", agregó otra fuente.

Frente a esta alarmante situación, el coronel William Quintero Salazar declaró que, hasta la fecha, no se han recibido denuncias oficiales sobre estos desplazamientos.

"Sabemos que existe una problemática social grave en esta zona y hemos estado atentos, pero no hemos recibido ninguna denuncia al respecto. Es importante que las personas afectadas se acerquen a nosotros para conocer lo que sucede y, de ser así, ponerle fin", aseguró el oficial.

La extorsión como renta criminal

 “Controlan los carrotanques y manejan la distribución del agua. A la gente le cobran entre 10 y 25 mil pesos por llenar el tanque. En el caso de los vendedores, las extorsiones varían de 20 a 100 mil pesos semanales”, informó una persona afectada.

Esta presión constante ha llevado a que algunos comerciantes cierren sus negocios, temerosos de ser asesinados por no poder pagar las llamadas ‘vacunas’.

“Estamos trabajando en esta y otras situaciones complejas que se presentan en la zona. Tengan la seguridad de que no vamos a permitir que esto se convierta en una república independiente”, aseguró el coronel Quintero. 

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Se agudiza el problema

La parte alta de los barrios se ha transformado en el epicentro de operaciones de la estructura criminal, donde se concentra gran parte de su actividad delictiva. Según fuentes locales, este lugar ha sido escenario de secuestros y se utiliza para desmantelar las motos y vehículos robados, entre otras situaciones alarmantes.

“Dieron la orden de asesinar al líder del consejo comunal de Colinas del Tunal, y actualmente están en disputa con una banda del barrio El Porvenir. Esto significa que la situación se va a complicar aún más para nosotros”, expresó un residente.

A través de videollamadas, estos criminales alardean de los crímenes que han cometido, como el asesinato de un minero en febrero de este año en Colinas del Tunal, como una forma de intimidar a la población y forzarla a acceder a sus pretensiones.

No hay respuesta

Se intentó contactar a la administración municipal para discutir la gravedad de los relatos que obtuvo este medio de comunicación, pero fue imposible obtener una respuesta. Por su parte, el coronel William Quintero, comandante de la Policía Metropolitana,  escuchó la situación y aseguró que se aplicará mano dura contra “esos bandidos”.

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