La creciente cifra de accidentes de tránsito en el área metropolitana de Cúcuta parece no querer dar tregua, recientemente otro hecho cobró la vida de un joven, de 27 años, en Villa del Rosario.

El suceso que aún sigue siendo materia de investigación por parte de las autoridades, se presentó el pasado lunes a la 1:00 de la madrugada.

Al parecer, cuando Carlos Alberto Cárdenas Villamizar transitaba por el la vía Boconó, habría perdido el control de su motocicleta Suzuki AX100, de placa NPU03A, chocando con el andén, lo que habría causado su muerte de manera inmediata.

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Del hecho es muy poco lo que se conoce, pues a esa hora el tránsito vehicular era escaso y tal parece que nadie vio nada, lo único con lo que se encontraron fue con el cuerpo sin vida del joven.

Fue el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte de Villa del Rosario el encargado de realizar la inspección técnica y el levantamiento del cadáver, el cual, reposó por más de 10 horas en Medicina Legal, pues nadie conocía a la víctima.

Luego de algunas publicaciones en redes sociales, a eso de las 3:30 de la tarde, los familiares de Carlos Alberto recibieron la fatídica noticia.

Entre el domicilio y el deporte

Carlos Cárdenas nació el 16 de octubre de 1996 y toda su vida residió en el barrio Motilones, junto con sus padres. Era el cuarto de siete hermanos: 4 hombres y 3 mujeres.

Se graduó de la Institución Educativa Juan Pablo I y desde entonces, se dedicaba a trabajar como domiciliario. Alternaba su trabajo con su mayor pasión: el fútbol.

“Llevaba cinco años haciendo domicilios, pero cada espacio libre que tenía lo ocupaba jugando fútbol. Era la alegría de la familia, mejor dicho, la sazón de un carnaval. Humilde, de ambiente, recochero, un gran ser humano”, comentó el hermano de la víctima.

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Con gran esfuerzo, Cárdenas Villamizar reunió el dinero para comprar, hace dos años, la motocicleta en la que se accidentó. Al parecer, el día de la tragedia se dirigía a Villa del Rosario a realizar un servicio.

Contrario a lo que se especuló sobre los móviles del siniestro vial, los familiares aseguran que el joven era muy prudente a la hora de manejar.

“Él siempre nos decía que era mero piloto y era demasiado prudente, no sabemos realmente qué fue lo que pudo pasar. Lo que sí queremos es dejar un mensaje a todos, que esto sirva como ejemplo para tener más precaución a la hora de tomar el volante”, relató el hermano.

Carlos Cárdenas falleció y con él, dos de sus más grandes sueños: construirle una casa a su mamá y jugar fútbol profesional, vistiendo la dorsal #12. Al joven lo recordarán por su risa y por su manera particular de imitar el acento caleño.

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