“Me quitaron el amor de mi vida”, repetía una y otra vez la hija de Omar Darío Leiva Martínez, al verlo muerto en un angosto pasillo que conecta la calle 2 entre avenidas 7 y 8, del barrio Callejón, con la parte interna de la Terminal de Transporte de Cúcuta.

La joven no podía creer que su amado padre hubiese sido asesinado en el mismo sector donde trabajó en la compra y venta de divisas.

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Aunque ella trataba de desahogarse y seguir gritando lo que sentía en ese momento, sus familiares no se lo permitían, pues tenían claro que quienes cometieron este trágico hecho son de esa misma zona y podrían correr peligro. 

La escena fue dolorosa y angustiante, pues en medio del drama familiar, hubo algunas personas de la zona que aseguraban que, “don Omar no se metía con nadie, solo se dedicaba a trabajar”.

Y en medio del decir de la gente, también se escuchó que un solo hombre en moto fue el que cometió el homicidio.

“Luego de matar al señor, el sicario comenzó a gritar que ‘venía por uno solo’, luego se subió a la moto y emprendió la huida. Lo peor de todo es que pasó por el frente de unos policías y ellos no se dieron cuenta de nada”, sostuvo un testigo del hecho.

Leiva Martínez fue asesinado la tarde del sábado, cuando se encontraba sentado, hablando con unas personas.

Las unidades de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) terminaron de hacer la inspección técnica hacia las 5:00 de la tarde, recopilando algunos videos y testimonios de testigos.

¿Por qué lo mataron?

La principal hipótesis que manejan las autoridades sobre este nuevo hecho de sangre es que Omar Leiva Martínez es víctima de la guerra que las bandas Los AK47 y ‘Porras’ le declararon a alias Pepino.

Desde el 16 de mayo hasta la fecha son varias las personas que han sido asesinadas en medio de esa confrontación armada y que los cambistas de esa zona de la Terminal de Transporte también están en la mira de esos criminales.

Las autoridades conocieron que esta reciente víctima mortal sería familiar del comerciante de divisas que fue afectado por el ataque con una granada, el pasado 18 de mayo. Este hecho se presentó justo diagonal de donde balearon a Omar Darío.

“Estamos validando esa información y analizando si esto tendría que ver con esa guerra. Aunque para nadie es un secreto que en esa zona Los AK47 son los que tienen el control”, comentó una fuente judicial.

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Se conoció que Omar Leiva recibió dos disparos en la cabeza, pero los peritos forenses solamente hallaron una vainilla.

¿Hasta cuándo?

“Los AK47 y ‘Porras’ se convirtieron en un cáncer para Cúcuta”, con esta frase, un experto en seguridad resume lo que está pasando en la ciudad y quienes serían los responsables.

Y es que, según fuentes judiciales, estas dos estructuras ilegales se unieron con el objetivo de hegemonizar la criminalidad en la capital de Norte de Santander y obtener las enormes ganancias que dejan el tráfico local de estupefacientes y las extorsiones.

Lo peor de todo es que quienes dirigen esas dos organizaciones criminales están en prisión. Ever Carreño Corredor, alias Porras, estaría en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel La Picota, mientras que Jhoswar Saúl Hernández Sanabria, jefe de Los AK47, está en una penitenciaría del estado Carabobo de Venezuela.

Ellos les darían las órdenes a sus hombres de confianza que tienen organizando todo en Cúcuta. “Por eso no es raro que cuando van a cometer un homicidio o un atentado, las personas lleguen con el celular en la mano en una videollamada”, comentó un fuente judicial.

Esta confrontación se desató cuando alias Pepino decidió alejarse de ‘Porras’, pues él era uno de sus hombres de confianza, y Ever Carreño no perdona que quien está a su lado le arme ‘rancho’ aparte’, por eso dio la orden de asesinarlo.

Precisamente, el pasado 16 de mayo, cuando dos sicarios de estas agrupaciones criminales intentaron asesinar a ‘Pepino’, no lo lograron, pues terminaron matando fue a su papá José Luis Pabón Ojeda, en hechos sucedidos en la avenida Gran Colombia, justo al frente de un reconocido club social de Cúcuta.

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