Entre la preocupación y la incertidumbre se encuentra la familia de Jordan Sebastián Blanco Portilla, mientras él permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM), después de recibir un balazo en el abdomen, por defender a un amigo en un pool del barrio Santander.
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La compleja situación de seguridad que viven los habitantes de este barrio, es perceptible al escuchar cómo según ellos, han aumentado las personas armadas, así como los hurtos, las peleas y la intolerancia.
“Este barrio está abandonado, mucho delincuente armado que cree que todo lo debe resolver a pistola. Al pelado que le dispararon es buena gente, es un zapatero, él vio que su amigo estaba discutiendo con un tipo que ya es conocido en este sector, por ser delincuente, y se le hizo fácil confrontarlo”, contó un habitante que pidió reserva de su identidad.
Agregó: “el pelado (víctima) se acercó al tipo y le dijo que respetara que en todo caso, él compraba el problema de su amigo. Después de eso el delincuente agarró un casco y se fue del billar. Más tarde me enteré que le había pegado un tiro a pocas calles del establecimiento”.
Y así fue, después de que Jordan Sebastían y su amigo salieran del billar, se fueron a la esquina de la calle 27 con avenida 23, donde estuvieron dialogando hasta las 12:00 de la noche de ayer, cuando el desconocido apareció en una motocicleta Susuki GN y les sacó un arma que llevaba.
Un vecino de esa calle, que se encontraba despierto, aseguró que antes de que sonara el tiro, el agresor los amenazó. “Cuando llegó la moto de una vez me asusté, ahí fue cuando escuché que gritaron ‘¿Quién es el que dijo que iba a responder por el problema?’, luego la víctima y el que lo acompañaban le estaban pidiendo que guardara el arma, pero ahí disparó”.
De inmediato más vecinos se alarmaron por el estruendo, sin embargo, ninguno salió, solo los amigos de Sebastián Blanco asistieron rápidamente al lugar, lo subieron en una motocicleta y lo trasladaron a la Unidad Básica de la Loma de Bolívar.