La detonación de varios disparos alertó, el pasado miércoles, a la comunidad del barrio Motilones, quienes al salir a verificar lo que había pasado, se encontraron con que en una casa balearon a una persona.

El suceso se presentó sobre las 2:35 de la tarde, cuando Kennedy Arnaldo Mantilla Moros, de 61 años, se encontraba en la sala de su vivienda, ubicada en la calle 12 con avenida 0E, de ese barrio de la Comuna 7 de Cúcuta.

De un momento a otro, un hombre que se movilizaba en una motocicleta, se bajó, caminó hasta donde estaba Mantilla Moros y sin mediar una palabra, le disparó en repetidas oportunidades. Luego huyó con rumbo desconocido.

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Los familiares de la víctima, al percatarse del hecho, corrieron a auxiliarlo, trasladándolo hasta el centro asistencial más cercano, donde permanece bajo pronóstico reservado.

A la par, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) fue informada por la comunidad del suceso, pero al llegar al lugar, solo encontraron la mancha de sangre.

Minutos más tarde, llegó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) a adelantar la inspección técnica del lugar, encontrando 2 vainillas.

Había ido antes

Cuando las autoridades iniciaron la recopilación de información que permitiera esclarecer el hecho, pudieron conocer que el pistolero estaría haciéndole ‘cacería’ a la víctima desde horas antes.

Según algunos de sus familiares, el hombre llegó en horas de la mañana hasta esa misma vivienda y habría pedido que le regalaran agua, que estaría bastante sediento. Luego, al recibirla, agradeció y se fue.

Los seres queridos de Mantilla Moros fueron claros al reconocer al pistolero y brindar las características a las autoridades para que logren ubicarlo lo más pronto posible.

¿Por una herencia?

Las autoridades tratan de verificar si este ataque sicarial tendría que ver con una presunta disputa por la herencia que afronta la familia.

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“Hay que averiguar bien por ese caso, porque es que esa casa es de la hermana de ellos que ya falleció y ella quería dejarle el lote a las hermanitas o donarlo a alguien que realmente lo necesitara porque ella decía que la familia nunca venía ni a visitarla”, comentó una residente del barrio.

Se pudo conocer que la víctima habría llegado recientemente desde Medellín y se estaría hospedando en esa vivienda, que llevaría bastante tiempo abandonada.

“Desde que la señora se murió no había nadie que viniera por aquí. En estos últimos días es que vimos a varias personas quedándose en esa casa, ni siquiera los conocemos realmente”, dijo otra de las vecinas del sector.

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