Cuando el papá de Ricardo Adolfo Patiño Bueno empieza a hablar sobre su ser querido, su voz se entrecorta, las manos se mueven desesperadamente y la tristeza es evidente. Él fue asesinado la noche del miércoles, de seis impactos de bala, en la calle 14A con avenida 14, del barrio Ocho de Diciembre, alrededor de la avenida Las Américas.
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El homicidio ocurrió hacia las 8:00 de la noche, cuando la víctima estaba durmiendo en un andén. En ese momento llegó un desconocido en una motocicleta Suzuki GN, de color rojo y sin placa, se bajó del vehículo y fue directo hacia Patiño para dispararle en la cabeza.
Cuando el pistolero se percató de que cumplió su objetivo, de inmediato regresó a la moto y huyó del lugar.
Las detonaciones de los disparos alertaron a los habitantes de ese sector, que rápidamente salieron de sus viviendas y observaron el cuerpo sin vida de la víctima, por lo que llamaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta para que iniciara las pesquisas.
Minutos después del asesinato, un amigo de la víctima llamó a sus familiares y les contó que Ricardo Adolfo estaba muerto en el andén de este popular sector.
“Nosotros fuimos hasta el sitio para confirmar si era cierto todo esto. Al llegar observamos a lo lejos el cuerpo de Rodolfo y de inmediato lo reconocimos, sentimos algo horrible en el pecho”, explicó una familiar.
El rastro de la cárcel
El papá de Patiño, quien tenía 39 años, aseguró que su hijo era consumidor de drogas y que en 2018 fue detenido por hurto, por lo que estuvo en prisión hasta mayo de este año.
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“Hace años él se internó en el mundo de las drogas, pero hace cinco lo capturaron por hurto y estuvo preso hasta mayo. Yo lo esperé afuera de la Penitenciaría y le pedí que se pusiera a trabajar, porque él era buen ayudante de construcción, pero no me hizo caso”, recordó el papá de la víctima.
A los pocos días de estar libre, Ricardo Adolfo se fue de la casa donde vivía con su papá y le dijo que iba a vivir con una amiga en el barrio Carlos Pizarro. Además, le aseguró que iba a trabajar en un lote, en el barrio Prados del Norte.
Los familiares no supieron nada sobre el paradero de su ser querido sino hasta el miércoles cuando los llamaron para darles la noticia del asesinato, por lo que desconocen si había sido amenazado o estaba involucrado en algún problema.
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección y del levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.
Entre tanto, los investigadores están tratando de identificar al pistolero que cometió, para tener pistas de los móviles que rondan el homicidio.
La víctima tenía antecedentes por concierto para delinquir, fuga de presos, tráfico de estupefacientes, violación de habitación ajena y hurto.
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