El mismo día que se recibió la visita del director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, en Cúcuta, y cuando no llevaba ni una hora de haber abandonado la ciudad, se dio la noticia de que un nuevo hecho violento se había registrado en el Anillo Vial Occidental.
Paradójicamente, el general arribó a la capital nortesantandereana a supervisar los planes de seguridad que se adelantan y a entregar importantes resultados operativos, los cuales, no han sido suficientes, puesto que la criminalidad no ha descansado.
Con ese ataque sicarial se dio apertura a una racha sangrienta en la ciudad: cuatro muertos y seis heridos en menos de 24 horas.
Lo estaban persiguiendo
Eran las 6:40 de la tarde cuando Yerson David Prada Núñez, de 24 años, fue abordado por varias personas armadas por el Anillo Vial Occidental, a la altura del sector conocido como Pleno Sol, y después de cruzar algunas palabras, habrían dado inicio a una persecución.
Cuando se acercaban al barrio Brisas de Paz y Futuro, la víctima intentó refugiarse en un establecimiento comercial que está ubicado justo en la entrada al sector, pero fue alcanzado por los pistoleros que, sin dudarlo un segundo, le dispararon en repetidas oportunidades hasta causarle la muerte.
La detonación de los disparos alertó a las personas que se encontraban departiendo en esa zona comercial, quienes al acercarse a verificar lo que había sucedido, se encontraron con el cuerpo del joven, tendido en el suelo, sin signos vitales.
Inmediatamente informaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), quienes acordonaron la escena para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantara la inspección técnica y el levantamiento del cadáver.
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Sobre la víctima, se pudo conocer que llevaba un tiempo recibiendo amenazas constantes pero se desconocía de dónde provenían.
Muy trabajador
Los familiares de Yerson Prada aún no salen del impacto que les causó enterarse de la trágica noticia. A su ser querido le propinaron por lo menos unos doce balazos. Le dispararon con sevicia y no entienden por qué.
El joven tenía 24 años y residía en la invasión La Fortaleza junto con su mamá y uno de sus hermanos. Yerson David era el mayor de los tres hermanos.
Lo único que lo atormentaba era buscar mejores oportunidades laborales para salir adelante y mejorar las condiciones de vida de su familia.
El joven trabajaba en un lavadero de carros de Los Patios y hoy iniciaría a trabajar en un establecimiento comercial del barrio La Merced, en Cúcuta.
Sus tiempos libres los aprovechaba para jugar fútbol y cantar, dos de sus pasatiempos favoritos.
Sus parientes, en medio de su dolor, piden que se adelanten las investigaciones pertinentes para que se haga justicia al respecto y se capture a los responsables de haberle quitado la vida a quien ellos recordarán como un joven muy trabajador y alegre.
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