Una disputa entre dos bandas dedicadas al microtráfico, al parecer, fue lo que desencadenó que la noche del jueves, un desconocido lanzara una granada en una vivienda del barrio El Callejón, que por fortuna no detonó.

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Durante al menos tres horas, las autoridades inspeccionaron el lugar hasta que los técnicos antiexplosivos de la Policía destruyeron de manera controlada el artefacto.

“Fueron momentos de miedo, los policías nos tocaron la puerta como a las 10:00 p.m., y nos dijeron que nos saliéramos, porque había una granada en el andén, pero no podíamos salir, porque hay adultos mayores y bebés, entonces nos indicaron que nos escondiéramos en la última pieza y solo saliéramos cuando escucháramos la explosión. Durante esas horas solo rezábamos para que no pasara nada malo”, recordó una habitante del sector.

En los últimos siete meses, los habitantes de este sector que colinda con la Terminal de Transporte de Cúcuta, han tenido que soportar en al menos dos oportunidades hechos similares. En noviembre del año pasado, hombres desconocidos arrojaron una granada en un taller de repuestos para taxis, que está a pocos metros de la residencia donde se dio el reciente ataque.

Las pistas

Extraoficialmente se conoció que en la vivienda donde fue lanzada la granada la noche del jueves, arriendan habitaciones y que en una de estas piezas, al parecer, vive un reconocido microtraficante. Además, durante varios meses también vivió Kevin Fuentes, el hombre que fue descuartizado a mediados de mayo.

El 15 de mayo, en la transversal 17 con calle 0, del sector Las Minas, en el barrio Pueblo Nuevo, fueron halladas algunas partes del cuerpo de la víctima. Al día siguiente, en un tramo del canal Bogotá, que pasa entre las calles 8AN y 8N, de Ceiba II, las autoridades encontraron otros restos de Fuentes.

¿Cómo se dio todo?

Hacia las 9:00 de la noche del jueves, un desconocido pasó caminando y lanzó la granada en la casa ubicada en la avenida 10 con calle 1, de El Callejón. Luego, huyó corriendo del sector.

Una persona que vive en el sector salió a percatarse de lo que había sucedido y vio la granada, por lo que de inmediato alertó a los vecinos del lugar.

Cuando la Policía llegó al sitio, evacuó a las familias que viven en las casas aledañas y a llamaron a los expertos en explosivos.

Durante más de una hora y media los técnicos en explosivos revisaron la granada, mientras preparaban unos costales rellenos de tierra, para activar la contra carga y así detonar el artefacto de manera controlada.

Una extorsión

En la mañana del 18 de noviembre de 2022, los empleados de un taller de repuestos para taxis se percataron de que la noche anterior, un hombre lanzó una granada en el lugar sin que detonara.

La rutinaria revisión de las cámaras de seguridad del establecimiento les permitió a los empleados y propietarios darse cuenta de los movimientos que se dieron desde el exterior del negocio y del lanzamiento del explosivo.

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“Primero estuvieron tres hombres y después se ve a un sospechoso que pasó corriendo por el frente, pero están analizando detalladamente los videos de varias cámaras para verificar bien quién fue”, explicó un allegado a las víctimas en ese momento.

Cuando se descubrió la amenaza y fueron alertadas las autoridades, la Policía arribó al sitio, en la avenida 10 entre calles 1 y 2, y evacuó a las 16 familias que viven en este sector, mientras los técnicos antiexplosivos adelantaban las pesquisas para destruir la granada.

De manera extraoficial se conoció que, al parecer, el dueño del negocio ha sido víctima de extorsiones y amenazas por parte de una banda delincuencial.

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