No habían pasado ni diez minutos del asesinato perpetrado en el asentamiento humano Alfonso Gómez cuando la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) recibió la alerta de que en el sector Villa Beraca, justo al lado del barrio La Conquista, habían matado a dos hombres más.

Los uniformados llegaron hasta el lugar de los hechos y acordonaron la escena mientras la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaba la inspección técnica y el levantamiento de los cadáveres.

Les dañaron la fiesta

Por lo menos unas ocho personas se encontraban reunidas en una vivienda del sector Villa Beraca. Todos son integrantes de una misma familia.

Allí estaban Yeison Javier Cavanzo y Cristóbal Ramiro Elles Flórez, que disfrutaban de la compañía de sus familiares.

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De un momento a otro, la noche pasó del festejo y la alegría al caos, el dolor y la desesperación.

Eran las 11:16 de la noche cuando cuatro hombres que se movilizaban en dos motocicletas llegaron hasta la vivienda.

Sin mediar palabra, varios de ellos se bajaron de las motocicletas y empezaron a disparar en repetidas oportunidades.

Yeison Javier alcanzó a correr, pero las balas lo alcanzaron y quedó tendido en medio de la vía, a escasos metros de la vivienda. Al parecer, el ataque sería directamente para él.

Aunque los atacantes tenían muy claro quién era su objetivo, uno de los disparos tomó otro rumbo e impactó a Cristóbal Ramiro, quien cayó en el porche de la casa.

Tras cometer el hecho, los agresores volvieron a las motocicletas y huyeron con rumbo desconocido.

El caos se apoderó del lugar, pues los familiares de las víctimas que lograron escapar al momento del ataque regresaron y se encontraron con la escena: Yeison y Cristóbal estaban muertos.

¿Ajuste de cuentas?

La hipótesis que más ha cobrado fuerza para las autoridades es un ajuste de cuentas por tráfico local de estupefacientes.

Y es que, presuntamente, el ataque estaba dirigido contra Cavanzo, quien sería expendedor de droga al servicio de un hombre conocido con el alias de El Negro.

Supuestamente, el ataque sicarial habría sido ordenado por integrantes de la banda criminal Familia P.

“Lo que hemos establecido hasta el momento es que Ever Carreño Corredor, alias Porras, estaría detrás de todo el hecho”, comentó una fuente judicial.

La otra víctima, Cristóbal Elles, era un soldado profesional que estaba disfrutando de unos días de permiso junto con su familia, sin saber que la muerte le llegaría.

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