El llamado de alerta que recibió la comunidad del sector Llano Amarillo, zona rural de San Cayetano, ayer en la mañana, generó consternación e indignación. La escena que se encontró un hombre que transitaba por la zona fue aterradora.

A un costado de la polvorienta vía se encontraba Eliécer Pérez Angarita ensangrentado, con un machetazo a la altura de su cabeza y con un dedo de su mano izquierda cercenado por la misma arma.

El hombre, al acercarse a la víctima, se percató que aún tenía signos vitales y estaba consciente, por lo que reunió a gran parte de la comunidad para trasladar a Eliécer al centro asistencial más cercano.

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Al cierre de esta edición, Pérez Angarita permanecía bajo pronóstico reservado por su grave estado de salud.

Con su propio machete

Como todos los días, Eliécer Pérez llegaba hasta el sector Los Arrayanes y se adentraba por la trocha que lo conducía hasta su parcela, ubicada en zona rural de San Cayetano.

“Eran como las 5:30 de la mañana cuando lo vimos pasar en la motico, con una bolsa en la que cargaba la herramienta. Él siempre pita y a veces para un rato a conversar con nosotros”, comentó un residente de la zona.

Según el mismo relato que la víctima le dio a los vecinos del lugar, mientras se debatía entre la vida y la muerte, dos hombres que estarían encapuchados lo interceptaron en el camino, lo bajaron de la moto y con el machete que él  cargaba, lo habrían agredido.

“Como cosa de mi Dios, un señor que casi nunca pasaba por este lado de la trocha, sino que se movía por más arribita, decidió pasar hoy por aquí y fue el que encontró a Don Eliécer. Resulta que cuando escucharon que la moto iba llegando, los tipos lo dejaron ahí y se fueron rápido”, añadió el hombre.

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Algunas personas de la comunidad vieron cómo los presuntos agresores huyeron por un canal de aguas negras para luego salir por Los Arrayanes.

La Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) llegó hasta el lugar de los hechos, pero solo encontraron la sangre derramada, pues la víctima había sido trasladada en una camioneta que se movilizaba por el sector.

Las autoridades también encontraron una bolsa en la que transportaba cigarrillos, salchichas, cebolla larga, un guante y herramienta, todo cubierto de sangre.

Comunidad indignada

Ayer, la comunidad sentía rabia e indignación por el vil ataque que sufrió Eliécer Pérez, a quien consideran como un gran ser humano que ayuda a quien lo necesita.

“Yo siento mucho agradecimiento por ese señor que ha sido tan buena persona conmigo y con muchos de los que vivimos por aquí. Hay mucha gente también que le tenía envidia y alguno de esos lo pudo haber mandado a matar”, contó una persona cercana a la víctima.

Esperan que el hombre se recupere pronto de las heridas y que los responsables paguen por lo que le hicieron.

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