Debido a los problemas fitosanitarios en el tronco, las autoridades ambientales procedieron a erradicar una ceiba ubicada entre los barrios Sesquicentenario y El Retiro del municipio de Ocaña.
“Atendiendo la solicitud de la comunidad y con el compromiso de velar por la seguridad de los ciudadanos, la administración municipal a través de la Oficina de Gestión del Riesgo y Desastres, en coordinación con Centrales Eléctricas EPM, el Cuerpo de Bomberos y el apoyo de los voceros comunales apoyaron la poda y tala del centenario árbol”, indicó el socorrista, Gustavo Adolfo Paba Navarro.
La especie, con aproximadamente 100 años de antigüedad, presentaba un avanzado deterioro, lo que suponía un riesgo significativo para peatones y conductores que transitan por la zona, agregó el director de la Oficina de Riesgo.
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El funcionario explicó la intervención, subrayando que se trata de una acción preventiva necesaria para evitar posibles accidentes. Asimismo, agradeció el apoyo de, quienes facilitaron la coordinación y ejecución del procedimiento para garantizar la seguridad a los moradores de la zona.
Estrategias preventivas
El profesional de apoyo de la Unidad Técnica Ambiental, ingeniero Trino Quintana Suárez, explicó las medidas que hacen parte de una estrategia municipal para reducir riesgos en sectores de alta circulación vehicular y peatonal.
“Bajo la articulación de los planes de las distintas entidades se procedió a podar y talar aquellos árboles que generan riesgo para los transeúntes, conductores y residentes de las viviendas ubicadas en el sector. La prevención se hace para garantizar la tranquilidad propios y visitantes”, precisó.
El funcionario resaltó la vía alterna para descongestionar la avenida Francisco Fernández de Contreras donde se proyectan los cruces especiales y el intercambiador en el puente de Las Llanadas.
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Conjuntamente con las autoridades ambientales se adelantará un trabajo de reposición para compensar la erradicación de aquellas especies que ya cumplieron la vida útil.
Esperaban el procedimiento hace años
Édgar Contreras, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Sesquicentenario, manifestó su agradecimiento a las entidades ambientales por atender un problema que la comunidad había reportado desde hace tiempo. Destacó que el árbol había comenzado a perder estabilidad debido a su deterioro, representando un peligro inminente.
“En los últimos años el tronco del árbol comenzó a evidenciar deterioro por un hongo, las ramas comenzaron a secarse y caer sobre las estructuras, vehículos e incluso personas, lo que obligó a la erradicación, previos permisos tramitados ante la Corporación Autónoma Regional de la frontera nororiental, Corponor”, agregó el vocero quien coordina labores de poda de las distintas especies.
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Los habitantes del sector recuerdan que las ramas desprendidas han estado a punto de causar una tragedia. “En el mes de enero con los fuertes vientos, muchos conductores de motocicletas y peatones se han librado de sufrir accidentes. Entonces, era imperiosa la tala. Solo quedó el tronco”, indica el ingeniero Trino Quintana Suárez, quien adelanta el diagnóstico del material forestal de la ciudad.
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