Un tirón de orejas a infractores que incumplen con las normas básicas de urbanismo y los parámetros establecidos en la construcción hacen los miembros del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo en Ocaña.
El alcalde, Samir Casadiego, fue tajante y mediante el decreto 083 ordena el cierre temporal de todos los frentes de trabajo, mientras permanezca la alerta naranja por la ola invernal.
Lea también: Bombardeo de semillas sobre el Catatumbo
Las autoridades ponen en cintura a los constructores y adelantan operativos en los sectores periféricos de la ciudad para impedir los movimientos de tierra que ponen en peligro a la comunidad.
“La gente es irresponsable y proceden tumbar cerros para levantar las viviendas en laderas o ribera de los ríos y después pretenden que nosotros construyamos muros de contención para mitigar los problemas”, exclamó el coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgos, Fernando Sánchez Barbosa.
El funcionario hizo un llamado a los presidentes de las Juntas de Acción Comunal para que estén pendientes de las remociones en masa sin licencia alguna para evitar tragedias e inconvenientes.
“Da tristeza la pasividad de los líderes quienes no se atreven a denunciar y después reaccionan cuando se les viene el barranco encima, definitivamente no sirven para nada”, recalca.
Le puede interesar: Primeras lluvias causan emergencia en Ocaña
Asegura que el compromiso es de todos y no es la hora de señalar culpables, en la actualidad se levanta el censo de damnificados para las ayudas inmediatas.
Ante el crudo invierno invita a la gente a cubrir con plásticos las zonas susceptibles de deslizamientos de tierra.