La misión de los uniformados
El grupo de alférez coordina campañas de seguridad vial para proteger la vida de los conductores y transeúntes de la ciudad.
En los puestos de control sensibilizan a la gente sobre la importancia de cumplir las normas contempladas en el Código Nacional de Tránsito en lo referente a las zonas de parqueo, los límites de velocidad, los sentidos viales, la documentación al día, entregar las llaves ante cualquier estado de embriaguez, entre otros.
También deben regular la competencia desleal del transporte informal para proteger a las empresas legalmente constituidas. Un fenómeno creciente y sin contención es el mototaxismo que se tomó las calles de la ciudad.
Ante esa situación, igualmente, se aplican las disposiciones de los horarios y el parrillero con el propósito de mitigar el caos.
Los conductores ven con buenos ojos la presencia de los alféreces, pero difieren que se ubican en el centro de la localidad, descuidando el caos presentado en sectores como la Ciudadela Norte y la avenida Francisco Fernández de Contreras.
“La presencia es buena, pero que también adelanten operativos en otros sectores como la plaza de mercado donde se registra un desorden. No es parquear la camabaja en el centro de la ciudad y montar motocicletas, descuidando otros corredores álgidos por el flujo vehicular”, señala Manuel Humberto Sánchez.
Asimismo, los voceros cívicos reclaman la señalización de las calles y revisar los sistemas de semaforización para evitar accidentes de tránsito.
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“Pagamos una cifra considerable al fisco municipal, además la sobretasa a la gasolina debe estar reflejada en las obras para ordenar la ciudad. Las calles están vueltas nada y generan desperfectos mecánicos a los automotores”, precisa el denunciante.
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