Cuestión de vida o muerte
Con una mirada triste, ojeras de varios días de trasnochos y la voz entrecortada despacha en un cuarto del municipio de Ocaña, casi que escondido, el alcalde de La Playa de Belén, Íder Álvarez García.
Confiesa que la pesadilla comenzó desde que fue electo para el primer cargo municipal donde los grupos al margen de la ley le solicitan altas sumas de dinero para dejarlo quieto.
“Estoy acorralado, he pensado varias veces en renunciar porque no he tenido tranquilidad. Me quieren matar porque no he accedido a las pretensiones de algunas personas”, recalcó.
Asegura que a pesar de la persecución ha cumplido con todos los parámetros establecidos por la ley y si tienen reparo alguno, “ahí están los entes de control”.
“Yo tengo la conciencia tranquila, pero no le voy a dar un peso a nadie”, afirma categóricamente el alcalde que siente miedo.
“Acabaron con la tranquilidad de toda mi familia, perdí la libertad de salir con una de mis 4 hijas a comer un helado. No es justo”, agregó el mandatario.
Manifiesta que no quiere ser un mártir más de la violencia tan arraigada en la zona del Catatumbo y que ha cobrado la vida de muchos dirigentes en la región. “En la Playa han asesinado a varios ex alcaldes entre ellos mi primo Ramón David García Celis, Gilberto Claro Lozano y al candidato Ronulfo Bayona, al rechazar las actuaciones irregulares”, precisó.
Así que no está dispuesto a exponer su vida, únicamente por satisfacer caprichos de unos cuantos. “Tengo la ilusión de regresar a mi pueblo y terminar el programa de gobierno, pero cuando existan garantías para el retorno”, exclama Álvarez.
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