Los investigadores
Iker Leandro Ortiz Téllez, de 12 años, sueña con ser un biólogo marino y explica a los jurados de la Feria del Emprendimiento los alcances del proyecto encaminado a conservar y cuidar los humedales, pues quedan pocos en Ocaña.
Primero hicieron pruebas de campo viendo la flora y la fauna, donde hicieron un insectario (colección de insectos vivos o disecados) ya que cumplen la función de la polinización, acabar con plagas y limpiar los espejos de agua.
También un herbario para la conservación de las plantas, útiles en el fortalecimiento de la cadena productiva en los alrededores.
De esta manera se analizó el humedal determinando el tipo de fauna y flora existente. “Un problema grande es la delimitación y se reporta la invasión de ganado, viviendas a su alrededor cuyas aguas negras contaminan el ambiente con los residuos sólidos, especialmente los plásticos. Queremos despejar la zona y los ganaderos retiren las vacas y caballos ya que acaban con plantas y microorganismos existentes en la jurisdicción como los agua gatos, los corronchos y otros animalitos”, agregó.
Los menores tocan las puertas del Acueducto Independiente de la Ciudadela Norte para determinar la calidad del agua, establecer si es potable para utilizarlo en menesteres de los residentes del barrio.
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Igualmente, reciben la asesoría de los ingenieros ambientales de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, para determinar a través de los laboratorios de calidad del agua y el aire, el estado fisicoquímico del recurso hídrico.