Molestos se encuentran los integrantes del Cuerpo de Bomberos de Ocaña ante los señalamientos hechos por el procurador delegado para el seguimiento del Acuerdo de Paz, Javier Sarmiento, sobre el manejo de las ayudas humanitarias hacia los afectados de la crisis en el Catatumbo.
El organismo envió una comisión de seguimiento a la atención de las víctimas del conflicto entre grupos armados y presentaron un informe desde su perspectiva, lo que ha ocasionado el disgusto generalizado.
El Ministerio Público alertó por el aparente mal manejo que le están dando las autoridades en Norte de Santander a las ayudas que fueron enviadas a los municipios en donde se refugian los desplazados de la región, entre los que aparece Ocaña.
El delegado Javier Sarmiento asegura sobre la existencia de ayudas acumuladas en la estación de bomberos de la ciudad. Además de que esos mercados están siendo fraccionados. “Encontramos que había una serie de ayudas abarrotadas y es muy preocupante que, viendo esta situación humanitaria evidente en los albergues, pues no se estén suministrando”.
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Ante esta situación, el comandante de la institución de socorro, sargento Yefrey Peñaranda Páez desmintió a la Procuraduría e indicó que solo ofrecen un servicio voluntario sin recibir nada a cambio.
Aclarar la situación
Califican como apresuradas las declaraciones entregadas a nivel nacional opacando las buenas acciones adelantadas para apoyar a las entidades encargadas de distribuir los alimentos a la población en condiciones de vulnerabilidad.
“Estamos dispuestos las 24 horas y prestamos el salón para guardar las ayudas donde la oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastre procede a la distribución en los distintos albergues. Además, facilitamos la camioneta para el transporte con la única condición de abastecer los tanques de la gasolina. Incluso servimos de coteros o braceros, de una manera altruista para descargar los productos sin pedir una contribución”, explicó el socorrista extrañado por esos señalamientos que empañan la actuación al frente de la crisis humanitaria.
Indicó que en total son 16 bomberos por turnos para el trabajo continuado día y noche suministrando los insumos para las ollas comunitarias, el agua potable para las cocinas en carrotanques y brindando los primeros auxilios a los desplazados, por lo que no entienden el informe presentado por la comisión especial.
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Aclaró que solo están prestando el salón para la logística y sin preguntar proceden a criticar la manera en cómo la Oficina de Gestión del Riesgos y Atención de Desastres distribuye en los distintos alojamientos temporales. “Ojalá se retracte de esas delicadas acusaciones que salpica a una institución, cuando la realidad es distinta”, agregó.
Articulación de acciones
El secretario de Gobierno, Freddy Arengas Romero, quien coordina las acciones humanitarias, indicó que desde el primer día han trabajado sin pausa para alimentar a la gente y en ningún momento hay acumulación de las ayudas.
Resaltó el aporte de las distintas entidades y la solidaridad de los ciudadanos de la región que dona ropa, útiles de aseo y productos agrícolas para mitigar la difícil situación afrontada por los refugiados.
Aplaudió la rigurosidad de los organismos de control del Estado para dinamizar la llegada oportuna de los elementos y considera que no se han cometido irregularidades.
Enfatizó sobre la importancia de articular acciones por encima de esos comentarios. “Desde el 17 de enero no hemos parado en la atención a las víctimas, pues la Ley 1448 de 2011 establece que el primer respondiente es la entidad territorial y cuando se desbordan las capacidades técnicas, operativas y financieras de los municipios se pasa a la subsidiaridad y concurrencia de la Gobernación y la nación”.
El funcionario destacó la participación de la institucionalidad para estabilizar la situación, señalando que de acuerdo con el Ministerio Público “se ha registrado la llegada de 10.261 personas desplazadas a Ocaña, provenientes de 45 veredas de distintos municipios del Catatumbo. De esta cifra, 5.333 son mujeres, 4.928 hombres y más de 4.000 niños. Además, se identificaron 1.732 madres cabeza de hogar, 543 adultos mayores, 176 personas con discapacidad y 142 lactantes, datos clave para la focalización de ayudas y recursos. Se adecuaron 10 alojamientos temporales en diferentes puntos de la ciudad. A todos los desplazados se le ha brindado desayuno, almuerzo y comida”, dijo Arengas. El mal entendido se presenta en instantes cuando los delegados llegaron a las bodegas del Cuerpo de Bomberos donde encontraron almacenado los alimentos para ser distribuidos en los alojamientos y no consultaron el procedimiento.
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“No entramos en esta discusión, agradecemos toda la veeduría de los entes de control donde la Mesa municipal de Víctimas está pendiente con la respectiva colaboración para suministrar esas ayudas. Hemos recibido felicitaciones del mismo Ministerio Público por la manera como se ha logrado conjurar la emergencia y seguimos en un trabajo incansable, porque no podemos desconcentrarnos”, añadió el funcionario.
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