Inconsulto y alejado de la realidad, así califican muchos domiciliarios afiliados a Rappi el ajuste de la tarifa mínima del servicio a 3.050 pesos, acordada en la mesa de negociación conformada por representantes del Ministerio del Trabajo, la compañía de delivery y la Unión de Trabajadores de Plataformas Digitales (Unidapp) el pasado martes y que comenzará a regir a partir del próximo lunes 26 de febrero.
El resultado de este pacto, al que se llegó luego de más de 20 reuniones, fue celebrado por Edwin Palma Egea, viceministro de Relaciones Laborales, quien lo calificó como “un acuerdo histórico y ejemplar para la región”, ha sido criticado en las redes sociales y en las calles, donde los domiciliarios aseguran ser los principales perjudicados.
Cristian Castro, un domiciliario con cuatro años de servicio a través de Rappi en Cúcuta, fue uno de los que se mostró inconforme con lo acordado en la tripartita nacional, empezando por el hecho de que en Norte de Santander no cuentan con una agrupación gremial que los respalde, asimismo, tampoco existe una oficina de la compañía, a donde puedan acudir ante cualquier eventualidad.
En cuanto a la tarifa mínima establecida, el domiciliario asegura que no se corresponde con la realidad, tampoco el monto de sobrecargo fijado de 640 pesos por cada kilómetro extra para distancias mayores a los 4 kilómetros.
“En el tiempo que estoy trabajando con la aplicación la tarifa base es de 2800 pesos, la gasolina ha subido el triple y el ajuste acordado es de apenas 200 pesos, o sea es absurdo”, declaró el domiciliario.
Lea más: Datrans Villa del Rosario enfrenta proceso disciplinario
Por esta razón, Castro asumió hace tiempo como norma aceptar un servicio solo si pagan el equivalente a mil pesos por kilómetro recorrido lo toma, de lo contrario lo cancela, pues “no es negocio”, sin contar los malos tratos y las humillaciones que deben soportar de clientes, a los que generalmente la aplicación le regala el servicio.
Su posición es cero optimista ante este acuerdo, como domiciliarios de Rappi “vamos a seguir viviendo de la propina”, afirmó Castro, e ilustró que la última semana logró hacer 600 mil pesos con Rappi, monto del cual casi la mitad (250 mil) correspondió sólo a propina.
¿Y otras aplicaciones?
Si en Rappi el panorama es complejo, otras aplicaciones, como Diddi, no ofrecen mejores alternativas ni mayores ganancias, debido a que sus tarifas son mucho más bajas y los pagos por servicio de domicilio, especialmente en las distancias largas, son precarios.
Por esta razón “me manejo con las dos aplicaciones más conocidas (Rappi y Diddi) y adicionalmente hago servicios por mi cuenta, que es como mejor me va, porque tengo mis clientes y acordamos precios razonables, no menos de 6 mil pesos”, expuso el domiciliario.
Lea más: Definen acciones contra la violencia a la niñez en Norte de Santander
Distintas realidades
Es posible que el acuerdo de la tarifa mínima haya sido fijada tomando en cuenta el volumen de demanda de estos servicios en las principales capitales del país, como Bogotá, Cali y Medellín, pero definitivamente no se ajusta a la realidad de una ciudad como Cúcuta.
La dinámica de la capital nortesantandereana es muy distinta al resto del país “aquí es muy peligroso trabajar de noche”, señaló otro de los domiciliarios consultados, pero además de la inseguridad, la demanda de servicios en horas nocturnas es muy baja.
Le interesa: Así se puede beneficiar con la tarifa de incentivo al turismo en el peaje de Pamplonita
El convenio entre el Mintrabajo, Rappi y Unidapp será revisado nuevamente en dos años, mientras el relativo a las tarifas de servicio se evaluará en un año, en razón de la inflación.
Redacción: María José Salcedo
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion