El proyecto de reforma tributaria, radicado el lunes, plantea una tarifa para usuarios de Zona Franca, del impuesto sobre la renta y complementarios del 20%, siempre que cuenten con un Plan de Internacionalización aprobado y vigente al 1° de enero del año gravable, que cumpla con el umbral mínimo de exportación que determine el Gobierno.
Si estos usuarios incumplen deberán tributar con una tarifa del 35%. De esa propuesta se exceptúan los usuarios de las nuevas zonas francas creadas en Cúcuta entre enero de 2017 y diciembre de 2019, a los cuales se les seguirá aplicando la tarifa vigente del 15%.
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Jairo Pulecio, gerente de la Zona Franca de Cúcuta, explicó a La Opinión que, “en principio, no se ve tan mal la propuesta, siempre y cuando pueda dilucidarse cuál es ese porcentaje que el Gobierno considera que es el umbral mínimo para poder acceder al beneficio”.
“El proyecto de ley no habla de ese porcentaje. Queda entonces en este momento la zona franca como en un limbo jurídico, porque, hasta que no se sepa realmente cuánto va a ser ese porcentaje, un empresario podría estar en este momento suspendiendo sus posibilidades de inversión en zona franca, hasta tener esa tranquilidad jurídica. Si el Gobierno habla de un 10%, está dentro de lo razonable”.
Pulecio afirmó que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, debería hablar de cuáles son las herramientas que van a permitir que las empresas puedan empezar a exportar, pues, se requieren ciertas licencias, certificaciones, acceso al crédito y modernización de plantas.
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No hay exportación
Pulecio resaltó que la zona franca se creó para fomentar la exportación, pero con el cierre de la frontera (agosto, 2015), esto no se pudo volver a hacer. Se espera que con la reapertura reviva ese propósito.
Incluso, con los anuncios del reinicio de relaciones comerciales con Venezuela, diez empresas solicitaron ingresar a la zona franca, para sumarse a las siete que hay en Cúcuta. Estas compañías son de los sectores de bluyines, extracción de aceite de palma, servilletas y comerciales.
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Jairo Pulecio informó que, actualmente, hay representantes del calzado, papelería, palma de aceite, químicos, agroindustria y de moda.
Jorge Gutiérrez, usuario comercial de la Zona Franca de Cúcuta, desde hace 26 años, expresó que el proyecto de reforma tributaria no plantea el fin de esta instancia.
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Sin embargo, aseguró que, mientras permanezca la frontera cerrada, los industriales no pueden enviar su productos a Venezuela, porque al salir por Cúcuta solo les toma media hora pasar por el puente. En cambio, por La Guajira, toma cuatro días ir y regresar.
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