Cúcuta es tierra de ideas ingeniosas, sobre todo, de aquellas que buscan cambiar el mundo y cuidar el medio ambiente. Nadie podría creer que se pueda construir una casa con basura, pero en la capital de Norte de Santander, unos empresarios sensibles con la naturaleza lo lograron.
William Correa y Sandra Yaneth González, creadores de Zoey Perfumes, tenían la necesidad de contar con un espacio propio y no rentado para su fábrica.
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Ese interés por la sostenibilidad los llevó a convertirse en negocio verde certificado por el Ministerio de Ambiente, a través de Corponor. En ese camino, les nació la idea de aprovechar el plástico reciclado para construir una vivienda y por ello contactaron al ingeniero Ricardo Carvajal, responsable de procesar el material separado por quienes recorren las calles de la ciudad revisando las basuras.
William Correa explicó a La Opinión que se necesitaron 10 toneladas de plástico, las cuales, una vez procesadas, resultaron en las 6.5 toneladas con las que se hicieron los paneles que se utilizaron para construir los muros, el cielo raso y los materos del frente de la fachada, bajo una estructura de hierro.
“La sensibilidad por el medio ambiente es parte de nuestro ADN, por eso nos convertimos en negocio verde. Hablamos con el ingeniero Ricardo Carvajal, quien hace los paneles, y decidimos lanzarnos a esa aventura. La llamo aventura porque eso no tiene precedentes en Colombia”, aseguró Correa.
Recordó que la única casa que conocen hecha con material reciclado está dentro de la Universidad del Valle, construida con ladrillos ecológicos. “Cuando comenzamos con este proyecto, en 2018, no existía algo así”, enfatizó.
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Desde hace unos cinco años, esta edificación ubicada en la avenida 5 con calle 7 del barrio San Luis sirve como sede de la fábrica de Zoey Perfumes. La vivienda tiene una dimensión de 210 metros cuadrados (mts2), en un lote de 350 mts2.
Punto de partida para ecoviviendas
El empresario William Correa explicó que para construir una casa de 100 mts2 se requerirían 5 toneladas de plástico reciclado y, para una de 50 mts2, que sería una Vivienda de Interés Social (VIS), se necesitarían 2.5 toneladas.
Precisamente, su casa llamó la atención de la administración del alcalde Jorge Acevedo, que se decidió buscar el respaldo del Ministerio de Vivienda para impulsar un plan piloto de ecoviviendas y así revolucionar ese sector de la economía del país, partiendo de esta ciudad.
“Desde hace rato, con Arenorte (Asociación de Recicladores de Norte de Santander) se ha querido hacer un trabajo de ese tipo y lo bueno es que ahora la Alcaldía lo quiere impulsar. Hay una intención profunda de hacer un piloto”, resaltó Correa, agregando que en su casa se ahorró el 30% de los costos, en comparación a los materiales convencionales.
El subsecretario de Servicios Públicos de Cúcuta, Michell Medina, informó que el propósito es ser, de la mano del Gobierno Nacional, el piloto de construcción de vivienda con residuos plásticos para los recicladores.
“Ya que ellos reciclan, pueden recoger el material que requerían sus casas. Lo que haríamos como Alcaldía y desde el ministerio es ayudar con el proceso para transformar el plástico. Se reducen costos y el tiempo de construcción y, a la vez, se genera ese incentivo de que el plástico desechado se puede convertir en un producto mejorado”, añadió Medina.
El funcionario manifestó que esperan la pronta visita de la ministra Helga María Rivas, para que conozca el proyecto y la edificación ecológica, con el fin de que ella le apueste a esta iniciativa.
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El presidente de Arenorte, Antonio Osorio, destacó que ese proyecto traería beneficios en el eje ambiental, porque serían “menos residuos contaminado las fuentes hídricas, colapsando el relleno sanitario y generando gases de efecto invernadero”.
“En el eje social. Esos desechos pasarían a tener una nueva misión: generarle una vivienda a un reciclador de oficio, que es una persona vulnerable, porque a través de esta actividad medio le alcanza para conseguir el sustento diario. Los recursos que obtiene jamás le alcanzarían para tener su casa propia”, manifestó Osorio.
El represente de los recicladores dijo que, desde el eje económico, impondría un manera de construir viviendas, reduciendo costos hasta en un 60%. Entonces, el piloto “es una excelente oportunidad” y dignificaría a los habitantes de bajos recursos.
Recicladores, importantes para la economía
El subsecretario Michell Medina destacó que han estado actualizando el censo de recicladores y organizando capacitaciones para que se vean no solo como recolectores de los materiales reusables, sino que se conviertan en empresarios de la economía circular, para lo cual ha sido importante el aporte de Cooperación Alemana Colombia (GIZ).
Detalló que hay 151 trabajadores del reciclaje en 10 organizaciones y desde el Gobierno local los quieren “llevar más allá”, pues, el censo, le ha permitido identificar un alto índice de informalidad (65%). Buscan que tengan un rol fundamental en el aprovechamiento de los residuos sólidos.
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“Queremos que los formales e informales se constituyan como empresas y así entren a ser parte de la economía circular, Capacitarlos para que mejoren sus habilidades”, expresó Medina.
Subrayó que tienen previsto adelantar un registro para saber cuántas ECA (Estación de Clasificación y Aprovechamiento) existen, con cuáles tecnologías cuentan y ver la posibilidad de crear otras, pues, ahí es donde se clasifica lo aprovechable o no para ser reutilizado en nuevos productos.
El presidente de Arenorte, Antonio Osorio, indicó que las asociaciones han venido ejerciendo un buen trabajo en Norte de Santander y por ello la GIZ los ha apoyado con actividades técnicas, con el fin de hacer caracterización de residuos, georreferenciación, formalización y educación.
“La GIZ, para 2024-2025, tiene previsto proyectos productivos de economía circular, como el aprovechamiento de los orgánicos y la transformación de los desechos en madera plástica”.
Osorio señaló que los integrantes de Arenorte recorren más de 20 barrios y más de 20 empresas públicas y privadas en busca de reciclaje y que ya han ejecutado proceso para la fabricación de manera plástica y de transformación de los orgánicos en compostaje.
La líder de la Fundación Grupo Familia, Luz Aristizábal, que trabaja con más de 60 asociaciones de recicladores del país, agregó que estos son considerados como un actor del servicio de aseo, por lo que tienen una tarifa, y alrededor de ellos gira la economía circular.
Afirmó que, en Colombia, aún hace falta que el ciudadano reconozca la labor del reciclador, a través de que él mismo separe las basuras en su hogar, “porque hay personas que esperan recibir esas basuras, para clasificarlas y venderlas, para el sustento de sus familias”.
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