De los siete batallones que hay en Colombia para acabar con los campos minados, el de Ingenieros de Desminado Humanitario N°3 tiene la dura misión de recuperar una zona de Toledo, donde hace un tiempo existen estas trampas mortales que ponen en riesgo a muchas personas.
Esta acción se habría dado luego de una reunión entre el Alto Comisionado para La Paz, José Otty Patiño; el ministerio de Defensa y la Inspección General de las Fuerzas Militares, en la que analizaron varias denuncias que les indicaban que por años, en esa zona de Norte de Santander, se han dado hechos trágicos con las minas antipersona, por eso priorizaron que allí se llevara a cabo ese programa de desminado.
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Es así que desde noviembre de 2023 empezaron su tarea en una parte de la zona rural de Toledo, y quien tiene a cargo está misión es el coronel Andrés Guzmán, comandante del Batallón de Ingenieros de Desminado Humanitario.
“Buscamos entregar a nuestros pobladores y a nuestros colombianos, unas tierras libres de sospecha de minas, para que puedan hacerlas productivas y que mucha de la gente, que fue desplazada por este riesgo, puedan volver a sus territorios a disfrutar”, aseguró el alto mando militar.
Pero para llegar a la destrucción, los militares tienen que hacer varias fases, entre esas un estudio no técnico, mediante la cual evalúan e investigan la situación del terreno y las denuncias que han recibido por años.
Dentro de esta fase, que ya está en operación, interactúan, enseñan y logran afianzar una comunicación asertiva con la comunidad, que es base para obtener buenos resultados.
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“Lo primero que se hace es una reunión con las entidades gubernamentales de los sectores, es decir, Alcaldía, Defensoría del Pueblo, docentes y presidentes de juntas de acción comunal, para que de primera mano se tenga la información para iniciar los trabajos en el sector, después se van dirigiendo a cada una de las zonas o sectores para hacer la investigación”, enfatizó el oficial.
En el estudio de las 82 veredas a investigar, ya han logrado determinar que 3 de ellas están libres de minas.
Estableciendo los sectores amenazados y donde las minas siguen escondiéndose, los militares se podrán dirigir a la zona para destruir esas trampas mortales y así volverán a darles tranquilidad a los pobladores.
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