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Así transcurrió primer día de paro campesino por los páramos de Santurbán, Almorzadero, Berlín y El Cocuy
Sin respuesta por parte del gobierno nacional transcurrió la primera jornada del paro de campesinos parameros en Norte de Santander, Santander y parte de Boyacá.
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María José Salcedo
Categoría nota
Martes, 22 de Octubre de 2024

Desde la media noche de este lunes 21 de octubre, campesinos y habitantes de los páramos de Almorzadero, Santurbán, Berlín y el Cocuy, que abarcan los departamentos de Norte de Santander, Santander y parte de Boyacá,  hicieron efectivo el bloqueo en las vías que conectan al Nororiente colombiano con el resto del país, anunciado desde el pasado fin de semana, en señal de protesta por una serie de medidas que vulneran sus derechos sobre el relacionamiento con la tierra.

En Norte de Santander los cierres de vías se propagaron por los municipios de Mutiscua, Pamplona, Chitagá y el área metropolitana de Cúcuta, específicamente en el peaje Los Acacios, donde se formó una kilométrica fila de vehículos, de carga y transporte público, en la que quedaron atrapadas cientos de personas, que debieron cruzar a pie para continuar su recorrido a diferente destinos. 

Los rostros de cansancio de las personas que debían caminar con sus pesadas maletas para completar el camino hasta su destino, contrastaban con las de los campesinos, que aunque se decían apenados con los ciudadanos por el traumatismo que estaban provocando con la protesta, se mostraban firmes y convencidos de estar luchando por una causa  justa. 
 

Así transcurrió el primer día de paro campesino.

 

“No estamos aquí porque nos guste, ni por incomodar a la gente, nos da tristeza lo que está pasando y lo entendemos, pero también esperamos que nos entiendan a nosotros porque no nos queda dónde producir”, expresó Vicente Castro, líder campesino del páramo del Almorzadero, en el municipio El Cerrito, de Santander. 

De los nueve puntos que contempla el pliego conflictivo elaborado por la Federación de Campesinos Parameros del Nororiente Colombiano, que encabeza la protesta, urgen la nulidad o revocatoria todos los que tienen que ver con delimitación de la llamada frontera agrícola en los citados páramos.

Esta reglamentación está contenida en las resoluciones la 0152 del 2018, 2090 de 2014 y 1405 de 2018, y constituyen, según los campesinos, una afectación a la sostenibilidad y soberanía de las regiones implicadas.


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Impacto de la frontera agrícola

José Daniel Correa, presidente de la Asociación de Campesinos y Habitantes de Páramo de Chitagá, explicó que por cuenta de esta reglamentación, precisamente la 0152, al menos el 50 por ciento del municipio está impactado por la medida, ya que la mayoría de productores se ubican por encima de los 2.700 metros sobre el nivel del mar, excediendo así el límite  establecido para la zona de reserva. 
 

Personas debieron caminar para llegar a su destino, debido al trancón.


“Esto nos limita la producción de alimento de nosotros como campesinos, que históricamente hemos habitado y cuidado los ecosistemas de páramo; no es que estemos en contra de la conservación, al contrario reconocemos la importancia del ecosistema y por tal razón lo hemos protegido durante décadas”, dijo Correa.
 
El líder de Chitagá señaló que consideran injusto que el Gobierno esté ejecutando estas resoluciones, luego que incluso la Corte Constitucional derogara algunas de ellas, por no haberse tomado en cuenta a la población para lograr un consenso. 

Correa destacó que entre las problemáticas que vienen enfrentando está la imposibilidad de comercializar tierras o terrenos que están dentro de la zona de páramo porque, según las resoluciones, salen de la zona productiva, de igual modo no se puede comercializar nada de lo que se produzca en ellas. 

En este sentido, contó el caso de un productor de ganado que perdió recientemente un lote de 20 reses, equivalentes a poco más de 60 millones de pesos, cuando al llegar a Bucaramanga le anularon la guía, luego de verificar que provenía de una de las zonas restringidas del páramo. 

Pero además de las restricciones para comercializar los alimentos producidos, los productores también vienen enfrentando limitaciones para acceder a créditos en los bancos, donde son rechazadas sus solicitudes, cuando revelan que tienen sus fincas en zonas vedadas por las referidas resoluciones. 


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Ollas comunitarias se organizaban a lo largo de la protesta para soportar la espera.
Alternativas

Vicente Castro, líder campesino del municipio El Cerrito, recordó que vienen lidiando con esta situación desde el gobierno de Juan Manuel Santos, cuando se emitieron las primeras resoluciones, en las que se ofrecen como alternativas a los productores de los páramos la implementación de actividades de mínimo impacto, pero asegura que éstas no les generarían una economía estable. 

“No vamos a cambiar la actividad agropecuaria, ni nos vamos a volver limosneros del Estado, necesitamos que nos devuelvan nuestra frontera agrícola”, dijo Castro. 

Manifestó que están dispuestos a sentarse con el Gobierno nacional, pero advirtió que “debe ser un diálogo con soluciones a la mano, de aquí tenemos que irnos con una solución, a eso vinimos”, sostuvo.

Conscientes de que quizá no sea una negociación fácil, los campesinos de los páramos del Nororiente colombiano aseguran tener provisión para aguantar varios días a la intemperie, alimentándose en ollas comunitarias y durmiendo en sus hamacas atadas a sus camiones. 
 

En la vía a Cúcuta quedaron represados vehículos de carga y transporte masivo.

 

No les importa el tiempo, ni el perjuicio que pueda representar el abandono temporal de sus cosechas; aseguran que no hacer nada frente a las leyes que los limitan también los condena a una pérdida permanente. 

Balance

Christiam Jiménez,  secretario de Medio Ambiente de Norte de Santander, lamentó que al cierre de la primera jornada de paro el balance fuera negativo, puesto que aunque desde el gobierno departamental se habilitaron todos los canales institucionales para atender la contingencia, no hubo avance en la resolución del conflicto a nivel nacional. 


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“El balance es negativo porque no se han instalado mesas de diálogo, apenas se instaló un Puesto de Mando Unificado a nivel nacional”, dijo el funcionario departamental. 

Recordó que los bloqueos se mantienen en el Peaje Los Acacios, con los campesinos del páramo del Almorzadero; en el sector La Laguna, corregimiento de Mutiscua, los de Santurbán, mientras que entre Chitagá y El Cerrito (Santander) se registra el otro cierre vial.  

Ante la coyuntura, Jiménez instó a los dueños de empresas privadas, cuyos empleados residen en zonas bloqueadas por la protesta, a implementar en la medida de lo posible la modalidad del teletrabajo, pues en los puntos de protesta no se está permitiendo ni siquiera el paso a pie.

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