A Danis Agustín Caballero, de 44 años, el paso por las aulas del Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, le dio una vuelta de 360 grados.
De las armas, ahora sus manos solo están dedicadas a la preparación de bebidas a base del café que se cultiva en tierras nortesantandereanas. Es barista.
Desde hace siete meses, este aprendiz formalizó su emprendimiento y ahora multiplica sus conocimientos y fortalece su negocio. #PorEsoNosQuieren
Lea: ¿Hay fallas en las políticas de seguridad de Cúcuta y Norte de Santander?
El rostro de Danis Agustín refleja experiencia, disciplina y esperanza. Su vida ha estado marcada por múltiples contrastes, como el haber dejado las filas del Ejército Nacional para ingresar a la familia SENA.
Desde mayo de 2023, Caballero dejó de ser un suboficial del Ejército para transformar su vida a través de la formación en la regional Norte de Santander, donde descubrió su pasión por el barismo, en la Escuela Nacional de la Calidad del Café, del Centro de Formación para el Desarrollo Rural y Minero.
Danis Agustín se convenció de que gracias a lo que está aprendiendo en las aulas del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) consolidaría su nuevo proyecto de vida, por lo que, junto con Juan Granados, un amigo y vecino, formalizó su emprendimiento denominado Café Carmen de Nazareth.
En el proceso de aprendizaje lleva catorce meses, en los que el exmilitar pudo conocer más sobre el café, la selección, trillado, tostión y comercialización, lo necesario para sobresalir con su emprendimiento.
Conozca: MinTIC aumenta inversión para mejorar conectividad en Norte de Santander
“Necesitaba tener otras perspectivas de la vida. Me di cuenta de que el café tiene una multiplicidad de opciones, no es solamente venderlo. Vengan al SENA, aprovechen todas las bondades y las capacidades que tiene, son muchas oportunidades, es una ventana muy grande. Se darán cuenta que hay una opción más allá del ser militar y de la carrera de las armas”, aseguró Caballero.
Danis Agustín compra el café en una finca ubicada en zona rural de Salazar de las Palmas, en Norte de Santander. Con su producto ha llegado a diferentes lugares donde antes lucía su uniforme y entregaba su doctrina militar.
Ahora, vende café y todas las bebidas frías y calientes a base de este producto. Además, dicta talleres para que las personas interesadas también aprendan.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion