Recorrer las calles de Alto Pamplonita es evocar los recuerdos de una comunidad que ha luchado continuamente para mejorar las condiciones de vida en este barrio de la Comuna 4 de Cúcuta.
En medio de terrenos llenos de naturaleza, las primeras viviendas fueron construidas en medio de la maleza, a principios de la década del 70, con la llegada de las personas que buscaban iniciar una nueva vida.
Como en toda invasión, acceder a los servicios públicos se convirtió en una labor difícil para la comunidad, pero para fortuna, había unos tanques de agua en la parte baja del sector, que los denominaron como ‘La Calera’.
Lea aquí: Así se jugarán los octavos de final del Mundial femenino Sub-20
Por ello, cada vez que los habitantes necesitaban acceder al preciado líquido, bajaban a los tanques para llevar agua a sus viviendas, que en su mayoría eran de tablas o latas de zinc, o cuando necesitaban de un baño, lo hacían a orillas del río Pamplonita.
En 1975, la administración de ese entonces le otorgó al lugar el estatus de barrio legalizado, y con ello la inversión llegó hacia el sector, que limita con la Urbanización Torcoroma, un hecho que causó alegría en la comunidad.
Las calles de piedra eran las canchas para los niños, quienes jugaban fútbol a pesar de no contar con escenarios deportivos, factor que cambió notoriamente, tras la legalización del mismo.