Diecisiete días han pasado desde que la tierra se abrió en La Ermita. Allí, dos familias lo perdieron todo y las viviendas de otras 15 resultaron afectadas y hasta el momento, no han recibido más que charlas de parte de las autoridades que les han pedido desalojar de los lotes donde se encuentran, pues el riesgo allí está latente.
Sin embargo, según señalan, aunque les pidan salir, hacerlo no es fácil, pues no tienen otro lugar dónde “meter la cabeza”.
Ese es el caso de Ubernel Luque, uno de los dos vecinos del sector a los que la falla geológica les tumbó todo. Su lote ya se ve vacío, por fortuna él mismo pudo recoger lo poco que quedaba entre tablas y tejas de zinc, pero eso no le soluciona la falta de un hogar digno donde vivir con sus tres hijos.
“La Cruz Roja estuvo por acá, nos trajeron cobijas, cosas, útiles de aseo, unas ayuditas mínimas, pero gracias al Señor. De la Alcaldía sí no hemos recibido ninguna respuesta sobre lo que va a pasar con nosotros porque nos tocó desarmar todo, ya que por lluvia todo se puede destruir o se lo pueden robar”.
“No tenemos un lugar donde vivir, por ejemplo donde estoy yo, estoy es arrimado, la verdad quiero que el señor alcalde, Jairo Yáñez, se toque el corazón pues somos humanos y no tenemos por qué estar así de abandonados”, contó el hombre, quien además manifestó que la vecina del lado está pensando en regresar, por la desesperación de no tener a dónde más ir.
De acuerdo con Luque, lo que les han dicho es que esperen porque los daños no fueron muchos, pero su preocupación permanece, porque está durmiendo en el piso en otra zona del barrio que también está en riesgo, sus vecinos siguen en ese lugar y además, en la zona alta de la parte frontal, hay un botadero de escombros que en cualquier momento puede caer sobre siete viviendas que se encuentran en la parte baja del sector.
“Ahorita necesitamos un lugar donde yo pueda levantar un cambuche, al menos con lo que me quedó, yo no quiero que esto signifique que mis hijos no puedan seguir estudiando y teniendo calidad de vida, la verdad quisiera que me dieran un lote porque por esto ni siquiera he podido ir a trabajar y me están dando mercados los de la iglesia y los profesores del colegio de mis hijos, estamos olvidados”, expresó Ubernel.
Al sector han llegado muchas más familias que ya levantaron sus casas, algunos apenas están ‘loteando’ y otros ya están construyendo vigas.
¿Qué dice Gestión del Riesgo?
Esta redacción intentó comunicarse con la Secretaría de Gestión del Riesgo y Desastres de Cúcuta, pero según la oficina de prensa, el secretario la dependencia, Huber Plaza Villamizar, está de vacaciones, sin embargo, mediante un comunicado informaron que en total fueron 21 familias las afectadas, quienes estaban distribuidas en 17 casas y no 15 como se dijo inicialmente.
Asimismo, en el documento se explica que “donde ocurrió la remoción en masa, se identificaron dos zonas principales de afectación, las cuales, al verificar la Plataforma Gestor del municipio, se constató que corresponden a predios de propiedad de un particular que, según lo consignado en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), se encuentran en una zona catalogada como de “Amenaza alta por procesos de remoción en masa” y hacen parte de los suelos de protección; además, tienen prohibido adelantar su construcción”.
También, las autoridades evidenciaron las delimitaciones del terreno para lotes para “su posible comercialización de forma ilegal”, esto llevó a que el tema se pasara a las dependencias y entes correspondientes para que tomen las acciones necesarias.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion