Por años Cúcuta fue reconocida como una de las ciudades verdes de Colombia, sin embargo, con el devenir del tiempo y en medio de su proceso de transformación, algunas cosas han cambiado. 

En un estudio divulgado por la Facultad de Arquitectura, Diseño Industrial y Bellas Artes, de la Universidad Antonio Nariño en el año 2006, se daba cuenta de la existencia de un importante número de especies de árboles nativos en Cúcuta, como el cují, el matarratón, el chiminango, el urapo y el guayacán. 

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Otras especies nativas presentes, aunque en menor escala,  eran para ese momento el samán, la ceiba, mamón, totumo, níspero, acacia forrajera, coralito, camajón duro, cedro rosado, corozo, brusca, y cámbulo. 

Sin embargo, estas especies ya estaban en condición de inferioridad respecto a las especies introducidas para la época, en la que de 71 especies evaluadas, 37 de ellas -52%- eran foráneas. 

De esas especies introducidas, tanto frutales como ornamentales, la mayoría salvo el mango –proveniente de la India- aunque contribuyen a disminuir los índices de contaminación ambiental, carecen de oferta alimenticia para la avifauna de la ciudad. 

Es por esta razón que la Corporación Pro Cúcuta trabaja en un programa para rescatar las especies nativas de la ciudad, especialmente las frutales que son amigables con el ambiente, contribuyendo a la limpieza del aire y a brindar sombra, pero también que sean aprovechables por la fauna existente. 

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“Estamos organizando una reunión para sentar a la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor, y a la Alcaldía de Cúcuta, con el fin de comenzar con la consolidación de un vivero con  esas especies y vincular algunos colegios”, explicaron desde el centro de pensamiento Pro Cúcuta. 

Explicó que esta iniciativa busca incentivar la activa participación de la comunidad en la transformación del panorama ecológico de la ciudad, a través de la implementación del plan “Un niño, un árbol y un premio”. 

Al respecto, Juan Bocanegra, director de Planeación de la alcaldía de Cúcuta, dijo que todo el trabajo articulado que se pueda hacer para generar desarrollo siempre es posible, solo es de voluntad.

Inundada de limón swingle y nim

Entre los motivos que expone la corporación Pro Cúcuta, indican que la ciudad se inundó limón shingle y el nim, especie ésta última que ha sido muy cuestionada por botánicos y ambientalistas. 

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Desde la organización afirman que el árbol de limón shingle, una especie originario de Asia, que ha proliferado mucho en conjuntos residenciales, donde lo usan como un cercado natural, por su rápido crecimiento; mientras que el árbol de nim, nativo de Birmania y la India, tiene la particularidad de crecer y sobrevivir en lugares con climas cálidos extremos, con largas temporadas de sequía, ofrece buena sombra y contribuye con la mitigación de la polución. 

No obstante, la gran contra es que estas especies terminan siendo nocivas para aves y otros insectos, como las mariposas y las abejas, a las que les impide el proceso de polinización, tan determinante en el equilibrio ecológico, lo que a la larga produce problemas ambientales. 

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