La asociatividad es fundamental para dinamizar los sectores productivos y sociales de Colombia. Así se evidencia en el estudio Asociatividad: Mecanismo para la transformación productiva del sector agrícola en Colombia, realizado por Confecámaras con base en la información del Registro de Entidades sin Ánimo de Lucro – ESAL, administrado por la red de Cámaras de Comercio del país.
El estudio es el resultado de la consulta a 415 organizaciones ubicadas en 30 departamentos e integradas por cerca de 27 mil productores, y fue adelantado en el marco del convenio de cooperación entre Confecámaras y el Ministerio de Agricultura, cuyo propósito fundamental es obtener información útil para el fortalecimiento de los clústeres del sector agrícola.
La investigación revela un crecimiento del 99,6% en el número de organizaciones asociativas dedicadas a actividades agropecuarias en el país, pasando de 3.022 en 2015 a 6.033 en el 2021, lo que evidencia que la asociatividad es una herramienta mediante la cual la población del campo colombiano genera ingresos, fortalece sus procesos productivos y mejora su calidad de vida.
Asimismo, las mujeres representan un motor importante de estas iniciativas de asociatividad ocupando el 55% de los roles de liderazgo explicado en gran medida por su capacidad para construir confianza y resolver conflictos.
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Según el estudio, el 36,6% de las asociaciones encuestadas están integradas por familiares o vecinos, lo que da cuenta de la prioridad de las relaciones de confianza que existe al asociarse. Por otra parte, el 34,7% de los encuestados manifestó que el origen de la asociación fue la identificación de una problemática común.
El principal mercado de las asociaciones encuestadas son los familiares de los asociados, lo que permite concluir que el ejercicio productivo está principalmente dirigido a garantizar la seguridad alimentaria de sus integrantes.
“Este estudio permite profundizar y conocer los aspectos más relevantes de la asociatividad en Colombia como mecanismo para mejorar la productividad y fomentar el desarrollo rural, prioridad del actual gobierno y que hace parte del plan de trabajo de las Cámaras de Comercio. Igualmente se constituye en un insumo para orientar los esfuerzos de articulación público-privada enfocados en la apertura de mercados y el mejoramiento de las condiciones para la comercialización. La investigación pone de manifiesto la importancia de la información que reposa en el Registro de Entidades sin Ánimo de Lucro, ESAL y su utilidad en la generación de políticas públicas y el desarrollo de iniciativas privadas”, asegura Julián Domínguez, presidente de Confecámaras.
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Oportunidades para el fortalecimiento de las asociaciones
La investigación recomienda enfocar los esfuerzos de apoyo a las asociaciones en las necesidades y expectativas que estas ya tienen identificadas, para así beneficiar un mayor número de personas.
Estas áreas de oportunidad están en el fortalecimiento del liderazgo, resolución de conflictos y trabajo en equipo, así como conocimientos para la tecnificación de la producción y habilidades digitales y financieras, elementos que favorecen la gestión productiva y la consolidación de la gobernanza de estas organizaciones.
Por otra parte, es importante incrementar el acompañamiento especializado a las asociaciones en materia de calidad, trámites documentales y logística especializada.
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