Gran parte de la zona rural, no solo de Norte de Santander, sino de Colombia, carece de acceso a internet, siendo la conectividad una de las principales barreras para que se innove en el campo.
Esta fue unas de las conclusiones que surgieron, ayer, durante el conversatorio ‘Innovación Agroindustrial’, en el marco del segundo y último día del Digital Cúcuta Valley, organizado por el Clúster Nortic, la Cámara de Comercio de Cúcuta, la Alcaldía y la Gobernación.
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Sebastián Mesa Marín, director de Producto de Sistemas Inteligentes en Red, indicó que falta “conocimiento y gobernanza” en el campo, por eso, desde la empresa, vienen creando gobernanza y derribando barreras, a través de herramientas que permiten al agricultor tener información precisa de sus cultivos.
David Duarte Castillo, CEO y cofundador de Agrapp, añadió que es importante que desde iNNpulsa se dirijan más recursos a potenciales ideas, incubar aceleradoras, que ayuden a que el talento tenga la plataforma ideal para sacar a delante sus emprendimientos.
Más formación
Para Guillermo Infante, gerente general de la Cooperativa Agropecuaria de Norte de Santander (Coagronorte), es fundamental la capacitación de los profesionales en el manejo de los equipos tecnológicos que salen al mercado.
“Vamos a instalar, por nuestra parte, una red de internet en el campo en donde están nuestros asociados, vía radiofrecuencia y fibra óptica, porque nos cansamos de decirle a las empresas de telefonía que, por favor, lo hicieran. Tenemos la tecnología en el molino, pero nos falta llevarla al campo. La idea es que nuestro agrónomo pueda interactuar con el cultivo desde su celular, que tenga acceso a una ficha técnica, sepa cuánto sembró, para cuándo es la fecha de corte del arroz”, expresó.
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Karina Muñoz, delegada de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Gobernación, destacó, además de conectividad, las falencias para llevar la innovación al agro: revelo generacional, porque los jóvenes salen del campo a la ciudad para estudiar otras carreras; falta de acceso al financiamiento, cultura de subsistencia por parte del agricultor y poca investigación en el agro.
La asociatividad, importante
Armando Peña, gerente de Palmicúcuta, resaltó la necesidad de cambiar la mentalidad y la cultura, destinar más dinero al sector tecnológico, fortalecer la asociatividad, modelo que ha tenido casos de éxito como Coagronorte, Palnorte y Oleonoerte, entre otras asociaciones; así como generar estrategias en la retención del talento, porque los bajos salarios no ayudan a que profesionales en el área la de la tecnología permanezcan en las empresas.
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Finalmente, Angie Pérez, gerente de Oleonorte, aseguró que una barrera preocupante es que el campo no cuenta con jóvenes, quienes migran a la ciudad, siendo más difícil el aprendizaje para los productores de mayores de 60 años, en cuanto a las Tecnologías de la Información y Comunicación. También pidió mejores vías y seguridad para los campesinos del Catatumbo.
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