La Provincia de Ocaña vivió una serie de ataques violentos que sembraron el pánico en la comunidad durante los primeros cuatro días de diciembre del año pasado, llevando a las autoridades judiciales a investigar a fondo los responsables de estos crímenes.

Esta investigación obtuvo un resultado positivo recientemente con la captura de Evelin Viviana García Marín, quien estaría implicada en tres homicidios y dos tentativas de asesinato, en una ola de violencia que parecía orquestada por una estructura criminal organizada.

El 1 de diciembre de 2023, la primera alarma se encendió en el parque Santa Ana, donde dos hombres a bordo de una motocicleta XTZ, azul con blanco, se acercaron a Yair Shahal Carrascal Rojas, alias Shajal, de 31 años, y abrieron fuego contra él, causándole la muerte en el acto.

Apenas unas horas después, en la calle 7 con carrera 14B, en el sector El Mercado, dos hombres en una motocicleta atacaron a César Julio Cruz Sánchez, quien intentó refugiarse en un billar cercano.

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A pesar de recibir múltiples disparos, Cruz Sánchez sobrevivió al atentado y logró recuperarse, convirtiéndose en una pieza clave para el inicio de la investigación.

Ante estos dos hechos violentos, los investigadores de la Sijín de la Policía de Norte de Santander comenzaron a recopilar los videos de seguridad en ambos sitios, con la sospecha de que se trataba de los mismos sicarios.

En los registros obtenidos, los uniformados detectaron similitudes en el modo de operar y la forma en que los delincuentes huían de la escena, lo cual llevó a reforzar las sospechas sobre una conexión entre estos casos.

El 2 de diciembre, cuando la policía continuaba la recolección de pruebas, ocurrió otro ataque. Aproximadamente a las 11:05 de la mañana, un hombre en una moto AX 4 llegó a la residencia de José Manuel Sánchez Quintero, alias Caperro, en el barrio Cristo Rey.

En cuanto lo vio en la puerta de su casa, el sicario abrió fuego contra él, dejándolo gravemente herido.

Aunque Sánchez Quintero fue trasladado al hospital Emiro Quintero Cañizares, los médicos no lograron salvarle la vida. Este hombre había sido capturado previamente en 2021, acusado de extorsionar para el Ejército Popular de Liberación (Epl).

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La noticia de su muerte elevó la tensión en la comunidad, y la Policía intensificó los esfuerzos para esclarecer los hechos.

Esa misma tarde, otro asesinato sacudió el municipio de Ocaña. En el barrio El Carmen, los sicarios atacaron a Rubén Darío Carrascal Carvajalino, hiriéndolo a él y a su madre, Irgen Carvajalino, de 61 años, quien estaba con él en ese momento.

Ambos fueron llevados al hospital, donde Rubén Darío falleció poco después. Estos nuevos episodios de violencia llevaron a las autoridades a concentrarse en la identificación de un patrón común en los ataques.

La policía descubrió que los criminales parecían actuar desde una vivienda en el barrio María Eugenia, un lugar que, según los registros, se utilizaba como centro de operaciones para planear y ejecutar los atentados.

Tras días de trabajo investigativo, los agentes solicitaron una orden de allanamiento para intervenir en la vivienda y detener a los sospechosos. Sin embargo, antes de que esta acción se llevara a cabo, los sicarios volvieron a actuar.

El 4 de diciembre, en la avenida Francisco Fernández, interceptaron una camioneta conducida por Yebraíl Eduardo Vásquez, quien notó que estaba siendo perseguido.

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En un intento de escapar de sus atacantes, Vásquez aceleró y terminó atropellando a tres personas, entre ellas una menor de edad.

Una mujer

Ante la escalada de violencia, la Policía ejecutó la orden de allanamiento en la vivienda sospechosa esa misma noche, alrededor de las 8:00 p.m.

Al llegar, los uniformados no encontraron a los presuntos sicarios, pero sí pruebas contundentes: una de las motocicletas empleadas en los ataques, municiones, armas de fuego y cuadernos con información que resultaría vital para el caso.

Además, en estos registros encontraron datos que apuntaban a una persona clave: Evelin Viviana García Marín.

Según los datos obtenidos, ella era supuestamente responsable de ocultar el armamento utilizado en los crímenes y había facilitado su vivienda como base de operaciones para los ataques.

Esto la vinculó de forma directa con la estructura criminal, y su nombre comenzó a aparecer en las investigaciones junto con alias El Turro, presunto líder de la organización.

El Turro, quien fue capturado el 2 de agosto de 2013 en Chinácota y condenado por secuestro extorsivo, continuaría dirigiendo actividades criminales desde la cárcel, siendo señalado como autor intelectual de los homicidios y atentados selectivos en Ocaña.

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Para ese momento, el trabajo de inteligencia policial reveló la existencia de un grupo liderado por este hombre y que se autodenominaría Los Pelusos, que ha tenido un largo historial de violencia en la región.

Un panfleto que comenzó a circular en redes sociales, firmado por esta organización, llevó a los investigadores a confirmar que tanto Evelin como los sicarios formarían parte de esta estructura.

Este grupo tenía un “listado de muerte” que incluía alrededor de diez personas, y su objetivo era establecer control en ciertos sectores de Ocaña mediante el uso de la fuerza.

Con esta evidencia, el Juzgado Segundo Penal Municipal de Ocaña emitió una orden de captura en contra de Evelin Viviana. Finalmente, el pasado 23 de octubre, en la madrugada, fue detenida en Aguachica, donde se encontraba refugiada.

La captura se dio bajo los cargos de homicidio, tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.

La mujer fue puesta a disposición de la Fiscalía y permanece a la espera de que un juez defina su situación jurídica, mientras las autoridades continúan con las labores para capturar a los demás miembros de la red.

Los datos incautados durante el allanamiento sugieren que la estructura no solo tenía planes de ejecutar más homicidios, sino que contaba con una lista específica de objetivos, lo que puso en alerta a los habitantes y a las autoridades locales.

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