La situación crítica que enfrenta Villa del Rosario en términos de seguridad ha encendido todas las alarmas en la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).

El municipio ha sido escenario de un preocupante aumento en la actividad criminal, desde ataques con granadas hasta homicidios y otros delitos que mantienen en vilo a la comunidad.

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Ante este panorama, las autoridades han decidido no quedarse de brazos cruzados y han intensificado su presencia en la zona, con el objetivo claro de prevenir y contrarrestar cualquier acto delictivo que se pueda presentar.

La estrategia de la Mecuc se basa en un refuerzo de los patrullajes y las labores de control, especialmente en aquellos sectores identificados como puntos críticos.

Los uniformados han incrementado los operativos de registro y control, llevando a cabo labores de inteligencia y patrullajes constantes que buscan dar con el paradero de quienes están detrás de los recientes hechos de violencia.

Este despliegue policial, según las autoridades, es parte de una respuesta integral para devolver la tranquilidad a los habitantes de Villa del Rosario, quienes han visto cómo la inseguridad se ha ido apoderando de sus calles.

Con las manos en la masa

En medio de esos operativos que se adelantan en los diferentes barrios del municipio histórico, las autoridades lograron la captura de un hombre cuando portaba estupefacientes y un arma con la que, presuntamente, amedrentaba a la ciudadanía.

Eran las 11:15 de la mañana cuando los uniformados se desplazaban por el sector conocido como La Invasión, en el barrio Montevideo de Villa del Rosario.

La situación de seguridad en la zona había obligado a la Policía a redoblar esfuerzos y reforzar los patrullajes.

Mientras recorrían las calles del sector, los policías se percataron de la presencia de un joven que caminaba con aparente calma. Vestía sudadera y la camiseta de un equipo de fútbol. Sin embargo, fue su reacción al ver a los uniformados lo que realmente llamó la atención.

El joven, que hasta ese momento parecía despreocupado, cambió repentinamente su actitud. Aceleró el paso, desvió la mirada y, según las autoridades, comenzó a mostrar un evidente nerviosismo.

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Fue precisamente esa actitud la que los llevó a abordarlo y realizarle un registro. Sin imaginar lo que descubrirían, los policías procedieron a revisar sus pertenencias.

Al revisar el bolsillo derecho de la sudadera, notaron algo inusual: ocho bolsas plásticas cuidadosamente empacadas, que contenían al menos 50 gramos de marihuana.

La situación se tornó más seria cuando, al continuar con la inspección, encontraron una pistola neumática.

El joven, identificado como Yorman José Grimaldo Sanabria, de 25 años, fue capturado por las autoridades por el delito de tráfico de estupefacientes y, posteriormente, conducido a las instalaciones de la Fiscalía a la espera de que un juez le defina su situación jurídica.

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