La Asociación de municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo escriben una carta donde exigen el presidente de la república, Gustavo Petro, una solución definitiva a la emergencia vial tras casi un año del desastre natural registrado en la vereda El Tarrita, comprensión rural de Ábrego.
Los mandatarios reclaman una mirada hacia esta región del territorio colombiano debido al impacto socioeconómico y ambiental de la avalancha en los distintos gremios y moradores en la ribera de la cuenca hidrográfica.
Avalan la convocatoria hecha por el alcalde de Ábrego, Huber Sánchez para el próximo 30 de mayo de todas las entidades responsables de atender ese siniestro como la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres, Servicio Geológico colombiano, Instituto Nacional de Vías, ministerios de Transportes, Agricultura, Educación, Vivienda, Ciudad y Territorio.
Los damnificados reclaman la celeridad en la adquisición de fincas para un reasentamiento humano seguro, condonación de créditos con las entidades bancarias, el derecho a la educación de los niños campesinos con la reconstrucción de escuelas y colegios afectados con la avenida torrencial.
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Los labriegos han fijado plazo hasta el 6 de junio para concretar soluciones de lo contrario volverán a taponar la carretera Ocaña-Cúcuta como mecanismo de presión al cumplimiento de los acuerdos pactados, indica el representante del colectivo de abogados que defiende los derechos, Álvaro Ibáñez.
Carta de urgencia
La lenta intervención de los organismos del Estado para mitigar los efectos de la ola invernal de hace un año ocasiona el inconformismo entre los usuarios de la arteria vial.
Consideran que el Gobierno nacional no ha dimensionado la magnitud de una tragedia anunciada por los campesinos de la región y no se tomaron los correctivos a su debido tiempo, asegura el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Tarra, Álvaro Jácome Rangel.
Ante ese panorama los alcaldes envían un documento conjunto al presidente de la República, Gustavo Petro; ministro de Transporte, William Camargo y al director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre, Carlos Carrillo, donde expresan la urgente necesidad de solucionar la problemática que enfrentan desde hace un año los habitantes de El Tarrita y veredas circunvecinas.
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En el documento recomiendan inversiones enfocadas a obras que resuelvan el problema de manera definitiva y no parcial como se ha venido haciendo, sin resultados concretos. Entre las medidas propuestas se encuentran la construcción de dos viaductos para reubicar una parte de la vía que actualmente se encuentra al mismo nivel o incluso por debajo de algunos sectores del río Tarra.
¿Qué piden?
Ante la remoción en masa en lo alto de la cordillera los ribereños temen una segunda avalancha de mayores proporciones durante la temporada invernal.
En tal sentido, hacen énfasis en la necesidad de iniciar un proceso de restauración de la cuenca afectada, que abarca más de 200 kilómetros desde Villa Caro hasta el municipio de Tibú.
Los líderes comunales solicitan un estudio especializado por parte del Servicio Geológico colombiano para que determine los puntos de mayor vulnerabilidad.
El mandatario de Ocaña, ingeniero ambiental Emiro Cañizares Plata, resalta la importancia de la arteria vial como salida hacia la costa Atlántica del departamento Norte de Santander, donde transitan grandes volúmenes de carbón, crudo y otros productos, así como un flujo importante de vehículos, incluyendo transporte de carga pesada.
Los alcaldes subrayaron que las medidas temporales implementadas no han reducido el riesgo y es crucial la toma de acciones definitivas por parte del Gobierno nacional.
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Respaldan la gestión del alcalde de Ábrego, Huber Darío Sánchez Ortega al convocar a toda la institucionalidad para el próximo 30 de mayo, fecha que marca un año desde el derrumbe en El Tarrita, con el objetivo de encontrar soluciones concretas al desastre natural.
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