El aumento de las precipitaciones acompañadas de vientos huracanados y granizo altera la tranquilidad entre los habitantes de la provincia de Ocaña y zona del Catatumbo donde los organismos de socorro se encuentran en máxima alerta para atender a la población afectada por el fenómeno de La Niña.
El coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres, Gustavo Adolfo Paba Navarro advierte la necesidad de alistar la ‘mochila de emergencia’ para actuar a tiempo durante una eventualidad.
“En el más reciente aguacero se reportaron deslizamientos de tierra en la vía circunvalar, afectaciones en algunas viviendas en el sector de Simón Bolívar, obstrucción de los sistemas de desagües por el mal manejo de los residuos sólidos en Juan XXIII y un apagón en el sur de la ciudad debido a problemas técnicos ocasionados por un barrilete enredado en las líneas de conducción de energía eléctrica en Cuesta Blanca”, dijo el funcionario.
Además, indicó que en la urbanización El Peñón se registra un derrumbe sobre la arteria vial donde se activó el plan de manejo del tráfico vehicular.
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“Los presidentes de la Juntas de Acción Comunal deben activar los planes de contingencia y notificar a los organismos de socorro cualquier novedad”, afirmó Paba.