Una cifra cercana a los 3.7 billones de pesos es el presupuesto que se requiere para saldar la deuda histórica con la zona del Catatumbo. Así lo estiman las organizaciones sociales participantes de las mesas técnicas de trabajo que estructuraron el Pacto para la transformación del territorio efectuadas en el Instituto de Cultura y Bellas Artes de Ocaña.
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Delegados de los tres niveles del Estado priorizan los programas encaminados a la inyección de recursos para materializar obras de inversión social y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de apartadas regiones.
El encuentro estuvo liderado por el director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López Maya, quien resaltó la suma de voluntades para ejecutar iniciativas de impacto entre las comunidades.
Reconoció el grado de abandono y los aires de cambio que soplan en esta zona del país con la participación de los distintos actores.
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“En la recta final se recogieron las inquietudes para diseñar la hoja de ruta con los componentes afines y así aclimatar la paz total prometida por el presidente de la República, Gustavo Petro, durante la visita al municipio de El Tarra”, agregó el funcionario.
Reivindicar derechos ancestrales
En el mecanismo de participación comunitaria prevalecieron las iniciativas colectivas para la transformación de las zonas convulsionadas por el conflicto social durante muchos años.
El director del Departamento Nacional de Planeación, Alexander López Maya reiteró el compromiso del presidente de la República, Gustavo Petro con los territorios más olvidados donde nunca el Estado ha llegado con acciones reales y concretas.
“Ha sido la orientación presidencial a tono con el Plan Nacional de Desarrollo, articular con las comunidades, autoridades y sectores gremiales los diálogos permanentes con el fin de alcanzar una política de inversión pública en el Catatumbo”, precisó el funcionario.
Señaló que diseñarán la agenda y el plan de inversión para esta zona del país a corto, mediano y largo plazo que son enfoques directos en educación, agua potable, saneamiento básico, fortalecimiento de la red pública en salud, infraestructura vial, soberanía alimentaria.
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“En los próximos días vamos a poner la primera piedra de la Universidad del Catatumbo y la reforma agraria integral para avanzar en el desarrollo, agropecuario”, agregó.
Sintonizados con la institucionalidad
En el pacto se condensaron los acuerdos priorizados durante un año de discusiones y debates en los distintos escenarios del orden local, regional y nacional.
El presidente de la Asociación de Municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y Catatumbo, Emiro Cañizares Plata, en representación de los 16 alcaldes, llevó la vocería para suscribir las alianzas productivas.
Los mandatarios insisten en un nuevo reordenamiento participativo y popular sobre la actualización de las cartas catastrales para planificar mejor el territorio. Lograr planes de manera colectiva con los vecinos y no de manera individual para reactivar la economía regional.
En tal sentido, piden la optimización de los sistemas de acueducto, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas que afectan a las cuencas hidrográficas. “Resolver ese problema cuesta 450 mil millones de pesos”, precisó el vocero.
Asimismo, la mediana y alta complejidad del hospital de Ocaña cuyo monto inicial sería de 250 mil millones de pesos para fortalecer la red pública de atención primaria y evitar el paseo de la muerte.
En el aspecto de educación se plantean estrategias pedagógicas para la básica primaria, secundaria, superior y técnica mejorando la infraestructura física y material didáctica en las escuelas, colegios, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y las universidades Francisco de Paula Santander y del Catatumbo.
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Indicó que la formación tecnológica se puede impulsar a través del Centro Multisectorial de Ocaña y Tibú para capacitar a más de 8 mil jóvenes al año.
Sector agroindustrial
En cuanto a la reconversión productiva y desarrollo endógeno proponen un Centro de clasificación, empaque, transformación y comercialización de los productos.
También una inversión grande en los minidistritos de riego existentes, cosechas de agua lluvias a través de los reservorios. Esa línea requiere mínimo 60 mil millones de pesos de inversión.
“Es imperiosa la asistencia técnica agropecuaria y transferencia tecnológica a los campesinos para mejorar la productividad. Reconvertir la ganadería realmente sustentada de acuerdo a la vocación de los suelos. El mejoramiento de las más de 25 mil hectáreas de cultivos de ciclos cortos con buenas prácticas para transformar la agricultura”, recalca Cañizares.
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Manifiesta que la vocación del territorio es agroforestal en el 72 por ciento de los suelos y plantean líneas de producción con el café, cacao, frutales y maderables. “Esas 42 mil hectáreas de coca deberían estar sembradas de madera, pues estamos acabando con los bosques”, señaló.
Conexión más viable
En lo referente a la conectividad, infraestructura vial y transporte intermodal se requiere ampliar la cobertura para comunicar los territorios.
Además de los ejes priorizados como el Anillo Vial para la Paz, la alianza hacia Sardinata, Ocaña-El Carmen-Guamalito; Astilleros, Tibú, El Tarra y La Mata, pidieron que se adecúe la carretera Teorama-San Calixto-Hacarí y La Playa de Belén para impulsar el turismo y la producción agrícola del Catatumbo medio.
Reclaman mínimo 2,6 billones de pesos para la adecuación de la malla vial de los cuales $1,8 irían para la red secundaria. “Planteamos una bolsa de recursos para las vías terciarias para conectar a los municipios. Aquí se requiere la sensatez, la capacidad de escucha y concertación, no podemos perder esta oportunidad.
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Desde la década de los 80 han venido las luchas, movilizaciones, actas y seguimos botando la plata en asistencialismo. Se requiere la madurez política para priorizar los proyectos”, añadió Cañizares.
Que no se convierta en letra muerta
Los líderes sociales esperan el cumplimiento del pacto en los dos años que restan del actual gobierno y la continuidad con las vigencias futuras. El representante de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat), Olger Antonio Pérez Quintero calificó como histórico el momento para reactivar la economía en esta zona del país.
Asegura que muchos gobiernos hacen anuncios planificados desde la óptica de los gobernantes de turno en la capital sin tener en cuenta las bases populares quienes sufren los rigores de la guerra. “Soñamos con una transformación real consultada con las distintas comunidades y saldar la deuda histórica”, dijo.
Por su parte, el vocero del Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), Alberto Castilla Salazar resaltó la metodología con la participación directa de la comunidad, articulación y el diálogo permanente con la institucionalidad para resolver los problemas.
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“Siempre se han planeado la región desde arriba, pero con intereses extractivistas, el instrumento de planeación es preservar la vida, escuchando las voces de quienes habitamos en los territorios con una concurrencia de recursos para atender las necesidades”, reiteró.
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