En medio de sentimientos encontrados por la gesta de los conquistadores y los aportes hechos a la región, con distintos actos culturales, artísticos, religiosos y deportivos se conmemoran los 451 años de historia de Ocaña.
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Mucho se ha hablado acerca de la actuación del capitán adelantado Francisco Fernández de Contreras a tal punto de que la estatua fue derribada durante las protestas sociales de mediados del presente año y se solicita cambiar el nombre de la avenida, la institución educativa y excluirlo de las estrofas del himno.
Históricamente se acostumbraba a llevar una ofrenda floral hasta el monumento para honrar la memoria, pero en esta ocasión solo existe la base en medio de la gran polémica.
El defensor de los derechos étnicos, Edward Álvarez Vacca, insiste en que, si el alcalde Samir Casadiego Sanjuán restaura la imagen, lo demandará por malversar fondos públicos haciendo apología al delito.
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Para apaciguar los ánimos, el médico especialista en psiquiatría de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, Freddy Armando Trillos Vergel elabora el perfil de Francisco Fernández de Contreras.
Asegura que no fue un genocida, pues no hubo resistencia en el Valle de los Hacaritamas y lo califica como un estratega militar, con una visión que trazó la ruta comercial para una salida rápida de Pamplona y Venezuela con el río Grande de la Magdalena.
“Es toda una historia que comprende la conquista de la Nueva Granada, es importante reconocer el papel jugado en la búsqueda de territorios aptos para el intercambio comercial.
Nacido en Pedroche, España en 1524 y llegó en la expedición de Alfonso Luis de Lugo en 1543 cuando apenas tenía 19 años. Desde ahí empezó a convertirse en un estratega militar. Se enroló en las filas de Pedro Díaz de Almendaris, tío de Pedro de Urzúa, y estuvo presente en la fundación de Pamplona, Mérida y San Cristóbal, Venezuela”, explicó el especialista.
De acuerdo con Trillos, Francisco Fernández de Contreras fue calificado como una persona leal a la causa, pues trabajó incansablemente por conseguir un trazado más rápido para el transporte de los productos, ya que los indígenas eran sometidos a largas jornadas desde la desembocadura del río Magdalena hasta el interior del país.
“En 1565 comenzó la primera expedición. Pasó por el llano de los alcaldes, atravesó sin inconvenientes, ni luchas el valle de los indios carates hasta llegar a Tamalameque donde oficializó la creación del puerto de Chingalé. Entonces, Ortún Velasco y los comerciantes de Pamplona lo asignaron como negociador ante la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá para obtener la autorización, pero el presidente y los oidores la negaron porque para ellos no era viable desde el punto de vista económico", dijo.
y añadió: entre los años de 1568 y 1569 se produce la segunda expedición, ya Fernández de Contreras conocía la ruta y consolidó la creación de Puerto Nuevo cerca a Gamarra. Vuelve a Santa Fe de Bogotá y la Real Audiencia indica que el permiso lo debe tramitar ante el gobernador de Santa Marta. Viaja a ese lugar y expone los motivos a Pedro Fernández de Bustos que estaba de salida, prometiendo bautizar a la ciudad como Ocaña, su patria chica en España.
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Sostiene la palabra, porque pudo haberla colocado Pedroche y no lo hizo, entonces era un hombre muy leal. Obtiene la autorización y de regreso deja a 7 soldados en el Valle de los Hacaritamas el 29 de julio de 1570, mientras se adelantaba el acto de la fundación.
Si hubieran existido indígenas feroces, no hubiesen permitido la permanencia de los conquistadores”, asegura el médico psiquiatra.
El 7 de diciembre de 1570 fueron establecidos los términos de la nueva ciudad, con el señalamiento de ejidos, pastos comunes, el trazado de la plaza, la iglesia, las calles y el 14 del mismo mes se cumplió el rito solemne de la fundación legal, con la misa oficiada por fray Fermín de los Reyes.
“Acompañaron al capitán los tenientes, soldados y reconocidos personajes. En el año 1576, Felipe II lo nombra por cédula real como alcalde del Puerto de Ocaña. Sale comisionado por el cabildo de la ciudad a Santa Marta para recibir el encargo. Nunca regresó, ni se supo de su muerte. Francisca Fernández de Rojas la última de sus 8 hijos con Isabel de Rojas dice que falleció cuando regresaba por el río Grande de la Magdalena”, precisa el historiador.
El especialista es categórico al afirmar que la finalidad de toda la travesía de Francisco Fernández de Contreras fue siempre crear un puerto fluvial, pues fue un negociador directo de Ortún Velasco de Velásquez.
“Abrió el camino y permitió el desarrollo económico y social de la naciente ciudad reviviendo el intercambio comercial de Pamplona y gran parte de Venezuela. Un tanteador de terrenos. Dejó los intereses personales, el ego pasó a un segundo plano, no quiso la gloria y como diplomático ofreció el nombre en honor al gobernador de Santa Marta. Tenía palabra de caballero, fue un gran negociador para generar el bienestar de las comunidades y reducir largas jornadas de trabajo de los indígenas al acortar las distancias en el traslado de las mercancías. Leal a toda prueba, desprendido de toda gloria y con una visión comercial, poseía una gran cultura y ser muy bien hablado para codearse con los oidores de la Real Audiencia. Proyecta un arrojo único, una valentía y confiable, siempre permaneció al lado de los comandantes y conquistadores más importantes. Un hombre sociable y de grandes amistades, entonces no se puede calificar como un genocida. Tenía unas cualidades como eximio militar, conocedor del terreno que pisaba, negociador y sociable. Una capacidad de anteponer la fama y la gloria a los intereses colectivos y las tareas encomendadas por los superiores. No se conocen de excesos y sus luchas como todas tenían una finalidad. A pesar de que llegó joven, nunca volvió a su patria chica, España”, puntualizó.
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Asegura que además de la fundación de Ocaña no se debe desconocer la bonanza económica propiciada por esas rutas para la comercialización de los productos, ya que los indígenas no estaban obligados a remar hasta el interior del país.
Todos los aportes que hizo Francisco Fernández de Contreras y la importancia en el proceso evolutivo serán analizados este 14 de diciembre durante la sesión solemne de la Academia de Historia de Ocaña.
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