Treinta privados de la libertad de Cúcuta son los primeros de un centro penitenciario en graduarse a nivel nacional del programa Generación del Ministerio de las TIC (en convenio con la Universidad Distrital), que tiene como propósito capacitar en habilidades digitales a 70.000 personas.
Al entrar al patio de educación, se veía como se arreglaban con gran efusividad. La mayoría, se colocaban sus togas con sumo cuidado, otros, ya las tenían puestas y estaban ansiosos por dar inicio al gran evento de la tarde.
Los profesores del modelo educativo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) de la ciudad, iban a entrar con todos los protocolos a la sala, donde por más de un mes se capacitaron en 3 de los 9 cursos que oferta el programa.
En septiembre, gracias a la ayuda de la coordinadora regional de gestión y seguimiento de Generación TIC, Lina Villamizar y el dragoneante y coordinador del Educativas Norte Cocucuta, Ronalt Córdoba, pudieron registrarse y participar de los cursos.
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Desde ese mes, los monitores de los ciclos electivos especiales integrados (CLEI) que dictan áreas como matemáticas, inglés, religión, ciencias naturales, ciencias sociales, entre otras, en la cárcel, aprendieron sobre analítica de datos, aplicaciones TIC para el agro y aplicaciones TICS para la economía popular.
Las capacitaciones las realizaron offline, veían los contenidos por medio de una memoria USB y se reunían un día a la semana de acuerdo con la disponibilidad de todos.
En clase, se dividieron en tres grupos según la afinidad, es decir, había 9 o 10 personas para cada curso, luego, estudiaban, organizaban las exposiciones y presentaban el tema de la unidad a sus compañeros.
Cuando terminaban de explicar el tema, se daba paso a la retroalimentación, resolvían preguntas, dudas y dialogaban sobre la información.
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Al final, para avanzar de módulo, hacían un examen en los computadores habilitados, en el que solo podían abrir páginas autorizadas y continuar en sus procesos de aprendizaje.
“Excelente, es una experiencia que debería transmitirse a otras cárceles del país y a su vez nosotros como monitores y enseñarles a otros internos (…) También queremos que sea una materia el otro año. Ya estamos mirando ese proceso”, afirmaba uno de los profesores.
Por tanto, en ese 1 de noviembre, en horas de la tarde, uno por uno ingresó al salón y se ubicó en su asiento, frente a ellos en la mesa principal estaban la encargada regional de Generación TIC; Lina Villamizar, la subdirectora estructura 1; Belsy Cordero, la capitán; Laura Herrera Barbosa, y el dragoneante; Ronalt Córdoba.
Con el son de aplausos que sonaban en el recinto, se escuchan los nombres y apellidos de los reclusos, quienes se dirigían con pasos seguros a recibir sus estolas y felicitaciones por parte de los encargados (los diplomas se encuentran subidos en la plataforma del programa).
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Para Edwin Quesada, tecnólogo de mantenimiento de mecánica industrial, quien es monitor de matemáticas del CLEI, es un momento especial y gratificante, pues sabe que, a pesar de su pasado, tiene la oportunidad de avanzar y generar un cambio.
“Todos merecemos una segunda oportunidad, nadie está exento a cometer errores. Sabemos que las cárceles quitan y también otorgan y aquí nos están dando otro chance de mejorar y ayudar a otras personas”, dijo Quesada.
Él había escogido exponer las unidades de analítica de datos, pues le parecía interesante e innovador la nueva forma de vender productos, desde comercializar a través de una página web hasta conocer cuál una mejor metodología de economía.
Ya culminando el evento, Villamizar y Cordero dieron sus palabras de orgullo hacia ellos y lo maravilloso que había sido todo ese proceso. De igual forman, un representante del grupo les expresó su más sincera gratitud, emocionando a varias personas del salón.
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Sin embargo, las sorpresas no terminaban, además de la ceremonia simbólica, amena y llena de mucho amor y entusiasmo, recibieron un kit de aseo con cepillo de dientes, crema dental, champú y otros utensilios básicos de aseo que son de alta necesidad para ellos.
Juan Pablo Medina, que es monitor auxiliar para CLEI y dicta matemáticas, español, ética y religión, se desenvolvió en el área de aplicaciones TIC para el agro.
“Me gusta el campo y la agricultura y con este programa se aprende a cómo utilizar las herramientas de hoy en día para trabajar”, comentó Medina, quien encuentra espectacular las plataformas como YouTube y WhatsApp para tener una comunicación inmediata y conocer más sobre lo que se necesita en el agro.
Hubo un pequeño compartir al terminar la ceremonia, las charlas, las risas y las fotos no faltaron y el grupo, compuesto por 30 hombres con historias diferentes, pero unidos por la enseñanza y el deseo de seguir mejorando, se habían graduado.
Ellos, que cumplen sus condenas y escapan de sus realidades enseñando, invitan a personas de casi todas las edades, niños, niñas, jóvenes y adultos a inscribirse en los cursos y superarse, porque, así como lo están intentando, creen que todos pueden.
Redacción: Valentina Robles Angarita
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