Aunque el plan no les salió como lo tenían contemplado y creyendo que jamás sabrían quién mató a los esposos y empresarios José Édgar Pérez Parada y Gloria María López Paredes, dos de los presuntos homicidas decidieron quedarse y hacer como si nada hubiese pasado en Chinácota.

El descaro de uno de ellos fue tal, que siguió trabajando tranquilamente en la finca La Palestina, propiedad de las víctimas, bajo el mando de los herederos. “Seguramente creyó que no resolveríamos este caso”, comentó una fuente judicial.

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Pero con lo que no contaban los presuntos asesinos, es que un grupo de investigadores de la Sijín de Norte de Santander venía, sigilosamente, siguiendo el rastro que dejaron tras el doble homicidio que se registró la noche del pasado 24 de marzo en la vía que lleva hacia la finca La Palestina, justo donde se construye un parque temático del lejano oeste.

Y luego de tres meses de recolección de testimonios, análisis de 1.000 horas de videos e interceptaciones de llamadas telefónicas, entre otras indagaciones, la Policía de Norte de Santander identificó y capturó a dos de los presuntos asesinos Yimmy Alexander Medina Colmenares y Brayan Alexander Ontiveros Córdoba, quienes eran conocidos por las víctimas, pues el primero de ellos trabajaba para la pareja desde hacía 5 años y el otro, laboró con los empresarios durante 3 años. Aún faltan otras detenciones.

Las huellas dejadas

Desde el primer momento que se dio el doble homicidio, ese domingo a las 10:40 de la noche, los presuntos responsables habrían quedado en evidencia, pues lo que tenían planeado no se dio y los gritos que lanzaron las víctimas, alertaron a varias personas de los alrededores, entre ellas los empleados del hospital de esa población.

Tras los gritos, el vigilante del centro asistencial alertó a la Policía y 10 minutos después, la patrulla del cuadrante llegó a la entrada de la finca La Palestina, pero por seguridad, los uniformados ingresaron lentamente y hacia las 11:30 p. m., alertaron del hallazgo de los cadáveres de José Pérez y Gloria López. El de ella quedó en la vía, al lado de la camioneta, y el de él lo encontraron en la parte de abajo. Los dos habían sido apuñalados y degollados.

Una vez la zona es acordonada y llegan más uniformados, hacia las 2:00 de la madrugada arribaron las unidades de criminalística para adelantar la inspección técnica, que se extendió por varias horas, a pesar de que los cuerpos sin vida fueron recogidos y trasladados a Medicina Legal.

En la diligencia judicial, los peritos forenses encontraron la cacha de uno de los cuchillos que usaron para cometer el doble crimen, además de dos teléfonos de las víctimas y la camioneta en la que se movilizaban. “A lo hallado se le hizo un procedimiento de lofoscopía para buscar huellas dactilares”, indicó la fuente.

Ante lo sucedido, los investigadores comenzaron a buscar las personas allegadas a las víctimas, entre ellas los empleados, además, de las personas que escucharon los gritos de auxilio de la pareja de empresarios, recopilaron 15 testimonios.

Hacia las 6:00 de la mañana, del 25 de marzo, los investigadores comenzaron a verificar por los alrededores y encontraron que habían varias cámaras de seguridad, por eso solicitaron la entrega de los videos. Y a medida que avanzaban las horas, otras personas fueron entrevistadas y sus testimonios fueron importantes para las autoridades.

Con los datos que tenían y las dudas que aún había, cuatro días después del lamentable suceso, la Fiscalía le pidió el aval a un juez para interceptar 11 líneas telefónicas, pues ya tendrían algunos indicios de quienes serían los seis que participaron.

Cinco días después del doble homicidio, los investigadores tuvieron un ‘golpe de suerte’, ante la presión que venían ejerciendo con las pesquisas, consiguieron que dos personas contaran muchos detalles certeros sobre lo sucedido. Pero las declaraciones las dieron bajo reserva.

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Al escuchar los testimonios, los ‘sabuesos’ de la Sijín y Fiscalía quedaron sorprendidos, pues los pormenores entregados les indicaron que iban por buen camino y que cada vez estaban más cerca de llegar a los presuntos asesinos. 

Con esta información, las autoridades debieron buscar otros siete puntos específicos de Chinácota, donde hay cámaras de seguridad y solicitaron los videos. En total tuvieron que analizar 1.000 horas de imágenes. “Esto se hizo para mirar el antes, durante y después del hecho, para identificar personas y tener más detalles de quienes ya se tenían referenciadas”, explicó la fuente.

Diez días después del lamentable hecho, la Sijín, en coordinación con la Fiscalía, decidió enviar varios de sus hombres a verificar unas viviendas donde posiblemente estarían los presuntos asesinos, además de fotografías por redes sociales de quienes fueron señalados por los testigos bajo reserva.

Y para el 24 de abril, tras un mes del doble crimen, las autoridades judiciales ya tendrían identificados plenamente a cuatro de los presuntos responsables, pero aún no podían obtener las órdenes de captura porque les faltaban los resultados de pruebas más contundentes, por eso decidieron esperar y hacer otros procedimientos que ayudaran a tener mayor material probatorio.

Precisamente, para los primeros días de junio las autoridades conocieron que unos de los sospechosos trabajaron para las víctimas y otros aún laboraban en La Palestina. Además, uno de ellos habría intentado robar a una empleada del lugar.

Con todo el material probatorio, para el 16 de junio la Fiscalía solicitó las órdenes de captura contra cuatro de los presuntos asesinos que ya estaban plenamente identificados, así como ordenó unos allanamientos.

Las capturas

Ya con las órdenes judiciales en sus manos, los investigadores y Fiscalía se organizaron para ejecutarlas y el pasado miércoles se trasladaron a los barrios Betania I y La Victoria, de Chinácota, capturando a solo dos de los presuntos homicidas: Yimmy Medina y Brayan Ontiveros. Los otros dos habrían salido del municipio días antes.

La sorpresa de los investigadores fue superior, cuando en los allanamientos vieron que uno de los detenidos guardaba documentos, un celular y hasta la billetera de José Édgar Pérez. Además, encontraron una pistola de fogueo y varios celulares.

“Los dos capturados también han delinquido en Venezuela, allá tienen una medida restrictiva. A parecer, también se dedicaban al hurto”, manifestó la fuente.

Se les dañó el plan

A medida que la investigación avanzaba, los policías conocían muchos detalles del hecho, entre ellos está que los seis delincuentes que participaron en el doble crimen conocían bien a las víctimas porque trabajaron con ellas y por eso le hicieron un estudio previo.

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“Entre lo recopilado está que los presuntos delincuentes ya tenían trazado la rutas de ingreso y escape, para no dejar un solo rastro, pero nada les salió como lo tenían organizado”, comentó otra fuente judicial.

Y es que el plan que tenían, era interceptar a los empresarios, el domingo en la noche, cuando salieran de su negocio hacia la finca, porque sabían que llevaban una buena suma de dinero de las ventas y, además, ya tenían claro que las víctimas contaban con una caja fuerte donde había mucha más plata.

“Lo que se conoció es que después de que los interceptaran y amenazaran, los llevarían a la finca para que abrieran la caja fuerte y una vez tuvieran el millonario botín, se irían con las víctimas hasta el sector Peñas Blancas y harían parecer que José Pérez perdió el control de la camioneta, saliéndose de la vía y cayendo al abismo”, sostuvo la fuente judicial.

Pero como las víctimas alcanzaron a gritar y pedir ayuda, todo lo planeado se les cayó.

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