La economía de Norte de Santander y de toda la región nororiente (Santander, Arauca y Boyacá) creció como reflejo del buen resultado de sus sectores, ante el levantamiento de restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19.
Sin embargo, de acuerdo con el Boletín Económico Regional (BER) del Banco de la República, hubo señales de desaceleración en la mayoría de los sectores.
Según el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), del Banco de la República y la Pontificia Universidad Javeriana, entre enero y marzo de 2022, la actividad económica de la región nororiente creció 3,9% de manera anual, en un rango entre 3,1% y 4,7%).
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En este resultado incidió, principalmente, el avance en las variables de consumo incluidas dentro del IMAE, aunque por el lado de la oferta se presentaron algunas caídas.
La oferta agropecuaria medida por el sacrificio de vacunos y los despachos de productos agrícolas desde la región hacia las principales centrales de acopio del país registraron retrocesos, en este último ante incrementos en los costos de producción
Sin embargo, en la recolección del fruto de palma, de suma importancia en la agroindustria de la región, los altos precios internacionales del aceite siguieron estimulando su buena dinámica.
Los resultados
En el primer trimestre de 2022, el sector agropecuario de Norte de Santander tuvo un desempeño menos favorable que en períodos anteriores, según estadísticas asociadas a la producción.
La caída más significativa se observó en tubérculos como la papa y el plátano por menores cosechas, seguido de frutas, en especial, cítricos y algunas verduras y hortalizas.
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De acuerdo con el informe, en Norte de Santander se despacharon 10.000 toneladas de frutas hacía las centrales de abastos durante los tres primeros meses de este año, 1.747 toneladas menos que en el mismo periodo de 2021.
También hubo una disminución significativa en los tubérculos y los plátanos. En 2021 se despacharon 14.419 toneladas y en el primer trimestre de 2022 la cifra solo alcanzó las 11.200 toneladas.
Por su parte, las hortalizas y las verduras mantuvieron su producción en 28.800 toneladas.
Bajó la siembra de papa
El considerable incremento en los precios de los abonos, uno de los segmentos de costos más importantes en el cultivo de la papa, desestimuló las siembras y se vio reflejado en un significativo descenso de las áreas cosechadas y un repunte de los precios.
En el caso de los frutales, pese a que son cultivos de ciclo intermedio, la presencia de más lluvias y humedad ambiental propició la aparición de hongos que en muchos casos no pudieron ser tratados adecuadamente debido al mayor costo de los fungicidas.
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En este sector también se evidenció incremento anual en el procesamiento de fruto de palma de aceite (12,8%), a pesar de la desaceleración mostrada tanto en Santander y sobre todo en Norte de Santander.
Norte de Santander produjo 114.938 toneladas de aceite crudo en 2021 y cerca de 10.000 personas derivan su sustento del corozo de la palma, entre empleos directos e indirectos, lo que les da estabilidad a 40.000 familias, especialmente, en Tibú, donde se concentra la producción.
Los altos precios internacionales del aceite de palma siguieron estimulando la recolección del fruto, pero, según Fedepalma, también se han venido enfrentando a problemas en el suministro de insumos y semillas por las dificultades logísticas mundiales.
Además, en los últimos años hubo ampliaciones en áreas sembradas y un buen nivel de precipitaciones durante su desarrollo, lo que sigue favoreciendo los buenos resultados.
Sector pecuario
Las cifras oficiales mostraron un deterioro en el sacrificio de ganado vacuno procedente de la región, que contrastó con el incremento en el sacrificio de porcinos y mayor acopio de leche.
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Según el DANE, durante el primer trimestre del año el número de vacunos de nororiente que fueron llevados a sacrificio disminuyó 13,5% respecto al mismo periodo de 2021.
En Norte de Santander, se pasó de 18. 498 cabezas de ganado en 2021 a 15.074 en 2022, lo que representó una reducción de 3.424 cabezas de ganado.
El descenso se atribuyó al mayor precio del ganado en pie por los altos costos de insumos, el menor consumo de carne de res y derivados ante los elevados precios al consumidor y al incremento del contrabando de ganado procedente de Venezuela, según Fedegán y la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) en Cúcuta.
Más carne de cerdo
El sacrificio de porcinos procedentes de toda la región nororiente tuvo un importante aumento anual durante el trimestre (23,7%), atribuido según el DANE, a la sustitución en el consumo de proteínas por parte de los hogares, que llevó a disminuir la demanda de carne de res e incrementar la de carne de cerdo.
El principal proveedor regional de porcinos continuó siendo Boyacá, que aumentó 25,1% en el número de animales llevados a sacrificio. En segundo lugar, se destacó Santander, que casi duplicó el número de cerdos (incremento anual de 99,6%). A pesar de este sobresaliente incremento, siguió muy por debajo de los niveles observados entre 2017 y 2020.
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Entretanto, la cantidad de cerdos llevados a sacrificio con procedencia Norte de Santander y Arauca disminuyeron 51,4% y 5,6%, respectivamente.
En cuanto al acopio de leche, la región reportó un aumento de 13,0%, según cifras de la Unidad de seguimiento de precios de leche del Ministerio de Agricultura.
En todos los departamentos de la región hubo incremento, más acentuado en Norte de Santander (103,4%), Arauca (19,8%) y Boyacá (15,0%) que siguió aportando cerca de tres cuartas partes del total regional, por último, Santander creció 1,0%.
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