El mercado laboral se ha transformado profundamente en los últimos años y, con él, las necesidades y expectativas de los trabajadores. Por ejemplo, un 40% de los empleados consideran que el buen ambiente laboral y la motivación son elementos indispensables para su desempeño en el trabajo, según informes de Alares, firma española de consultoría en planes de mejora social empresarial.
Más aún, de acuerdo con el más reciente estudio de ManpowerGroup, compañía líder en servicios innovadores de capital humano, sobre las nuevas tendencias en cuanto a lo que buscan y esperan los trabajadores, un 79% de ellos pone especial énfasis en el ambiente laboral y manifiesta que quieren desempeñarse dentro de un equipo de trabajo que les guste y en el que puedan confiar.
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“Un ambiente de trabajo saludable y seguro ayuda a mejorar la productividad y reduce los costos asociados a problemas como el absentismo laboral, la alta rotación y las vacantes prolongadas en puestos de trabajo”, explicó Juan Camilo Garcés, director Líderes de Manpower Business Professionals, la línea de negocio de ManpowerGroup enfocada en soluciones para la búsqueda de talento humano de media y alta gerencia.
“Se trata de un tema fundamental para las organizaciones hoy en día, y por eso es clave que se aborde desde todos los niveles de la empresa, empezando por los líderes y la alta gerencia, para implementar estrategias que garanticen la seguridad y el bienestar de los colaboradores, y que contribuyan a mantenerlos satisfechos, motivados y productivos”, agregó el ejecutivo.
Un buen liderazgo no solo es clave para generar y mantener un ambiente laboral saludable y seguro; también va en línea con las expectativas de los trabajadores en la actualidad. Según el estudio de ManpowerGroup, un 71% de los colaboradores a nivel global aspiran a tener un liderazgo confiable en su entorno de trabajo, mientras que cerca del 74% considera indispensable contar con una gerencia que le brinde apoyo a los empleados.
La seguridad y bienestar en el ambiente laboral comienzan con la cultura corporativa, y es allí donde la alta gerencia juega un papel esencial. De acuerdo con Garcés, los líderes empresariales tienen un efecto directo en la forma en que los colaboradores perciben y entienden la seguridad y la salud en el trabajo, de manera que su rol es fundamental a la hora de influenciar la cultura organizacional en torno a estos temas.
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“Desde la alta gerencia y las posiciones de liderazgo, es clave desarrollar y promover una cultura corporativa que tenga la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores como elementos centrales”, afirma Garcés. “Esto comienza con un compromiso de parte de los líderes a darle prioridad a estos valores, así como también enfatizar el aporte individual que cada empleado puede hacer a la construcción de un clima laboral positivo y seguro para todos”.
El ejecutivo destaca que el papel de la alta gerencia no debe limitarse exclusivamente a dirigir el trabajo y monitorear el cumplimiento de las normas y regulaciones, sino que debe abarcar mucho más allá: promover una cultura abierta, en la que todas las voces sean escuchadas, respetadas y valoradas, incorporando las sugerencias de los empleados y manteniendo una actitud proactiva para intervenir y solventar cualquier dificultad que se pudiera presentar al interior de la organización o entre los equipos de trabajo.
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Para ello también es clave una comunicación efectiva y constante, que permita a los líderes identificar de forma temprana cualquier riesgo para la seguridad y el bienestar de los empleados, y los involucre activamente en la búsqueda conjunta de soluciones.
“La labor de la gerencia también consiste en motivar a los trabajadores a apropiarse de la cultura corporativa, para que ellos mismos puedan ser agentes de cambio y promotores de la salud y el bienestar propio y de sus compañeros”, explicó Garcés.
La cultura corporativa está siempre en constante evolución y se requiere de un esfuerzo colectivo y sostenido de parte de todos los miembros de la organización para garantizar que los cambios que se puedan producir contribuyan a generar mayor seguridad y bienestar para todos. La tarea del liderazgo de la alta gerencia es precisamente encauzar estos esfuerzos hacia un objetivo común, facilitando herramientas para el mejoramiento continuo y liderando con el ejemplo en la construcción de una cultura empresarial sana y segura.
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