La búsqueda que por años llevaron los familiares de Rafael Mejía, Alejandro Durán, Óscar Bocanegra, Harold Pérez y Antonio Tobías llegó a su fin, pues les fueron entregados sus cuerpos de manera digna, tras ser víctimas de asesinato y desaparición forzada durante el conflicto armado.
Estos hombres fueron presentados como presuntos integrantes de grupos armados y fueron reportados falsamente como bajas en combate por el Ejército, en La Guajira.
Los organismos encargados de hacer la entrega de los cuerpos fueron la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda para Personas dadas por Desaparecidas (UBPD, luego de recuperarlos en cementerio de San Juan del Cesar en La Guajira, en el extremo norte de Colombia.
Lea aquí: Gremios de Táchira y Norte de Santander, contentos por lo que sucede en la frontera entre Colombia y Venezuela
“Estas cinco víctimas tenían otras cosas en común: sus cuerpos no habían sido plenamente identificados en el cementerio de San Juan del Cesar; no residían en el municipio donde fueron asesinadas; y todas habían aceptado una oferta laboral en busca de mejorar sus condiciones económicas”, explicaron la JEP y la UBPD.
De acuerdo con la agencia Efe, estas familias “son víctimas en el Caso 03 de la JEP, que estudia los asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado”.
Conozca: Luces, pólvora y cocina: prevenga incendios durante estas festividades
Una de las víctimas era Antonio Tobías, un campesino que iba a cumplir 31 años cuando lo desaparecieron. Efe informó que el joven vivía en Riohacha, capital de la Guajira, y fue visto por última vez el 26 de mayo de 2006, cuando su jefe le pagó el sueldo, pero nunca regresó a casa.
Antonio Tobías Macea, el padre del joven campesino, señaló que un día después recibió la noticia de que Antonio Tobías murió en un supuesto combate con el Ejército: “Una persona lo vio montado en una camioneta que iba hacia el sur de La Guajira con cuatro muchachos más. No supimos más nada”.
El cuerpo de la víctima fue entregado a su familia para darle la sepultura que merece por parte de sus seres queridos, quienes sabían que se encontraba en el cementerio de San Juan del Cesar, pero no había podido ser recuperado, hasta ahora.
Con información de El Universal.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion