Ante la proliferación de caninos, felinos, bovinos y equinos en las principales calles, se organizó la Junta defensora de animales en el municipio de Ocaña.
El ente rector está integrado por la administración local, Unidad Técnica Ambiental, salud pública, Cámara de Comercio, Policía ambiental, la Corporación Autónoma Regional de frontera nororiental, Corponor veterinarios y delegados de las fundaciones legalmente constituidas para proteger a todas las especies existentes en la región.
Así lo manifestó el secretario de Gobierno, Freddy Arengas Romero, quien coordinó con la granja El Algodonal de la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, la adecuación de un espacio para llevar a los semovientes que deambulan por el casco urbano.
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“Está bastante avanzado un convenio con el alma mater para proceder con los animales callejeros donde se contará con toda la logística y médicos veterinarios, para el cuidado de esos animales”, agregó.
La representante de la fundación Corazón animal, abogada Nohora Elizabeth Pinto Sánchez, resaltó la conformación de la Junta para la protección de los seres sintientes. “Deben integrarse todas las instituciones afines para lograr el bienestar animal.
La Ley 5 de 1972, requiere de unas reformas para adaptarla a la realidad y buscar mecanismos para evitar el maltrato”, precisa la veedora popular.