El aumento de $600 en el galón de gasolina en agosto llegó de la mano de una protesta por parte de los taxistas a nivel nacional, para exigirle al Gobierno una tarifa diferencial en el precio del combustible, lo cual fue descartada por el Ministerio de Transporte.

Y es que después de 11 alzas consecutivas cada mes, desde octubre, estos conductores sienten un duro golpe a su bolsillo. Sin embargo, no solo son los únicos que resultan perjudicados.

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De acuerdo con el economista Mario Zambrano, los aumentos de la gasolina no solo afectan a quien tiene vehículo, también a la mayoría de mercancías, que se mueven a través de las carreteras.

“Eso encarece los fletes y los costos de movilidad, como lo es el transporte de buseta y taxi, lo que se traduce en una presión inflacionaria, que es lo que un poco castiga el bolsillo de los colombianos, especialmente a los que son más sensibles: la clase media y los más pobres”, expresó. 

Destacó que, aunque algunos no ven directamente esa inflación, hay quienes comienza a tomar “decisiones de psicología colectiva y especulación”, que posiblemente lleven a subir otros bienes y servicios, “para mitigar el golpe” de lo que puede causar el incremento de la gasolina, y al final verse reflejados en los precios al consumidor.

El abogado Santiago Soto Luna, especialista en Derecho Minero Energético, recordó que se esperan alzas que suman $4.000, para llegar a los $16.000 que tiene como meta el Gobierno, para equiparse con el precio internacional, lo que sin duda incrementa el costo de vida.

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Destacó que con los aumentos que se comenzarán a aplicar a partir de enero al ACPM o diésel, para llevar su precio a $15.000, el impacto puede ser mucho más grave, porque el transporte de carga pesada se mueve con este hidrocarburo.

¿Es una buena decisión mantener las alzas? Ante esta inquietud, el experto señaló que sí, porque el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) se debe sanear. “Sin embargo, creo que el Gobierno debe tomar medidas adicionales para aliviar un poco el valor del incremento, como revisar o ajustar el valor de algunos impuestos en el precio nacional de combustible y así generar un menor impacto”.

Finalmente, destacó que en Cúcuta y otros municipios de frontera, al final de todo, el efecto negativo es menor, porque cuenta con combustible exceptuado (subsidiado), lo que lleva a estar alrededor de unos $2.000 por debajo.

¿Por qué sube?

El presidente Gustavo Petro tomó la decisión de subir los combustibles por el déficit en el FEPC que, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda, fue de $36,7 billones el año pasado. Iván Duque pagó $6,4 billones y este Gobierno $4 billones en diciembre, así la deuda es de $26,3 billones.

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“¿Por qué se sube la gasolina cada mes? Para evitar que sean los más pobres, a través del presupuesto, los que paguen el subsidio de la gasolina. No subimos el diésel para evitar mayor presión al alza del precio de los alimentos. Estos se transportan mayoritariamente en camiones que usan ese combustible”, afirmó Petro.

Respecto hasta cuándo serán las alzas, dijo que hasta que los precios internos coincidan con el importado, cierre el aumento del déficit y se pueda pagar la deuda en los meses sucesivos. Luego se dejaran flotar los precios de la gasolina con los internacionales.

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